Por: Dr. Octavio Maldonado

Tenemos que entenderlo: un adulto que abusa sexualmente de los niños, está cometiendo un acto criminal, e independientemente de si su conducta es clasificada como un trastorno psiquiátrico, no podemos permitir que nuestros hijos sean víctimas de este tipo de personas.

La mejor forma de prevenirlo es estando en contacto estrecho con nuestros hijos, teniendo lazos de afecto y comunicación abierta con ellos, para que podamos darnos cuenta cuando este tipo de personas se acercan, o que los niños empiecen a experimentar cambios que nos pudieran preocupar.

Es importante que entendamos el rol que tenemos los padres en la educación, desarrollo y crecimiento de nuestros hijos. Esta responsabilidad que tenemos delante de nosotros ante una cada vez mayor cantidad de abusos sexuales, nos pone en un papel de grandes celadores o cuidadores de nuestros hijos.

No es posible que 5 de cada 6 abusos sexuales se lleven a cabo repetidamente en los hogares. ¿Dónde están los padres? ¡Quizás muy ocupados trabajando!

Lo que tenemos que hacer es tomar prioridades y saber que el crecimiento y desarrollo de nuestros hijos, la comunicación y el afecto entre todos los miembros de la familia, es la más alta prioridad que nos corresponde no solamente como padres, sino también como formadores de los valores en nuestros hijos.

Somos quienes debemos mantener el hogar con una gran unidad y con una gran comunicación. Somos nosotros los encargados de velar por la salud y el desarrollo de nuestros hijos.