ADOLESCENTES EN LLAMAS II Parte: Estadísticas que alarman
 

La muerte
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

El problema de la muerte no solamente es para ancianos o adultos, también el adolescente puede enfrentar la posibilidad de morir.

Quiero hablar acerca de las causas principales de muerte entre jóvenes en los Estados Unidos. Entre los cinco y catorce años de edad los accidentes son la primera causa; después, cáncer, anomalías congénitas, homicidios, enfermedades del corazón, pulmonía, etc.

Entre los 15 y veinticuatro años de edad, las principales muertes entre los jóvenes son accidentes, homicidios, suicidios, cáncer, enfermedades del corazón e infecciones de SIDA, entre otras.

Qué gran tragedia que una de las causas principales de muerte en los adolescentes sean los accidentes en automóvil. Cuando el joven conduce bajo el estado de alcohol o las drogas, halla la muerte fácilmente; en México es el problema principal entre jóvenes.

También el homicidio, causa principal de muerte entre adolescentes y jóvenes. El suicidio es de las que van en la primera lista de muerte entre los jóvenes y adolescentes en los Estados Unidos de Norteamérica. En Hispanoamérica empieza a cobrar fuerza el suicidio entre los jóvenes y adolescentes también.

Los adolescentes se encuentran atrapados en un gran dilema: ¿quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? La falta de identidad, de la esperanza de poder tener una seguridad en su futuro y una esperanza de poder salir adelante en los problemas actuales, los lleva a una gran frustración en sus vidas.

Muchos jóvenes son víctimas de accidentes de automóvil bajo estado de ebriedad, hace poco un padre esperaba que sus tres hijas llegaran a casa, no regresaron, murieron a las tres de la madrugada después de haber chocado en su automóvil.

El caso de Patricia fue un caso muy lamentable. Unos días antes la graduación de su secundaria se sentía muy feliz, habían acudido muchos amigos a festejar en su casa el fin de las clases.

Sin embargo, posteriormente notaron que cambió su actitud: se volvió una chica totalmente introvertida, difícilmente se adaptaba en las fiestas con sus amigos; con sus padres se aisló, pasaba muchas horas a solas en su cuarto.

Un día escribió una carta a su madre donde le decía:

“Mamá, muchas veces me preguntaste si yo estaba bien y yo siempre te decía que sí, pero no era así. Lo siento mamá, tengo demasiados problemas y estoy tomando la salida fácil.”

Ella se suicidó. Fue a unas vías y de rodillas se puso frente al tren y éste la arrolló.

El especialista y conferencista juvenil Jerry Johnston escribe:

“Según el Instituto Nacional de Salud Mental en los Estados Unidos, 18 jóvenes por día se suicidan en ese país. Cada 80 minutos un joven más toma el paso de suicidarse”.

Qué pesadilla es pensar que en nuestro país más de 100 jóvenes por semana se quitan la vida. En el transcurso de un año, el total llega a la abrumadora suma de 6,500 vidas perdidas. Fuentes dignas de crédito, afirman que más de mil jóvenes por día intentan suicidarse sin éxito, es decir, casi un jovencito por minuto trata de suicidarse.

Hay muchos más suicidios exitosos cada día que se cuentan como otras causas de muerte porque se desconoce el intento o la motivación de la víctima. Un porcentaje elevado de accidentes en que se involucra un sólo coche es en realidad un suicidio.

Algunos jóvenes manejan su automóvil a velocidades incontrolables y dentro de su corazón está el desafiar la muerte y quitarse la vida, es un suicidio disfrazado.

Algunas personas enfermas mueren sólo porque dejan de tomar sus medicamentos; esa es otra forma de quitarse la vida.
             
Otros jóvenes juegan con la muerte participando en actividades o deportes de alto riesgo, por ejemplo, se tiran de un cordón y tratan de hacer acrobacias; incluso el tener hábitos dañinos como fumar, beber demasiado y abusar de drogas. Buscan la muerte con todo esto.

Debemos entonces cuidar a nuestros adolescentes en cuanto al suicidio si es que han habido en sus vidas intentos anteriores de quitarse la vida.

Cuidado cuando amenazan con suicidarse al empezar a hablar de la muerte; ellos se preparan para morir, por ejemplo, empiezan a ordenar sus cosas, regalar sus pertenencias, o tienen depresión, cambios súbitos de conducta, etc. Todo ello son señales que nos pueden dar una idea de si el joven o el adolescente se quiere quitar la vida.

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