Por: Lic. José Eduardo Alvarado

En México, se ha hablado como dato oficial, que la edad promedio para que los jóvenes empiecen a tener relaciones sexuales, son los 13 años. Otros jóvenes piensan que teniendo todo lo que se necesita en esta vida no tendrán problemas, por lo que comienzan a incursionar en las drogas y las adicciones, y entonces entran en un camino que les llevará a la perdición.

Algunos jóvenes ven violencia en sus hogares, lo cual los lleva a adoptar conductas violentas que los envician en los terrenos peligrosos del alcoholismo y la drogadicción. Pareciera que el destino de la gente está inclinado hacia lo malo.

La mayoría de las personas, los jóvenes principalmente, tienen una idea equivocada sobre el concepto de la vida. Algunos piensan que un ser humano sólo tiene que nacer, crecer, reproducirse y morir, pero no es así. Otros jóvenes piensan: Yo nací en esta situación y es muy difícil que salga de ella.

Actualmente, infinidad de jóvenes demuestran con sus comportamientos que hubo problemáticas en casa, pero no se arreglaron y después ya fue muy difícil sacarlos adelante. Conozco un grupo de personas que está trabajando arduamente con jóvenes que se sienten desubicados y los testimonios que ellos cuentan son desgarradores. Algunos expresan haber sido objeto de abuso sexual, hoy son homosexuales y se lamentan de ello. Otros entraron en el camino de las adicciones y tienen unas amarguras y frustraciones muy fuertes. Este mismo estilo de vida está inhabilitando a nuestro país, siendo eminentemente joven.

Esto nos hace reflexionar acerca del porqué los suicidios. Cuando un joven o niño recibe maltratos o es objeto de violencia, puede llegar a concluir dentro de él que no es importante y que no hay un futuro para su vida. No se da cuenta que la vida es hermosa y vale la pena vivirse. Esto los lleva a suicidarse.

El 99% de los casos de jóvenes que se suicidan llegaron a sentirse sin esperanza, solos o vacíos. En los Estados Unidos, entre los jóvenes de 15 a 24 años, el 12.1% por cada 100 mil habitantes se suicida y ésta es la tercera causa de muerte, después de los accidentes y de los homicidios. Esto debe alertar a nuestra sociedad y a nosotros, como padres preocupados por nuestras familias.

La falta de integración familiar y lo que esto trae como consecuencia, se presenta como asunto principal de infinidad de problemas de salud mental, como la depresión, la soledad y el suicidio, entre otros. Algunos especialistas consideran que si se realizara un historial médico y social en pacientes jóvenes y adolescentes se podría considerar que la adicción al alcohol se debe a que ellos se sienten solos y no encuentran una guía adecuada.

Nos llama la atención un factor recurrente en estas estadísticas: el problema comienza en casa. En consecuencia, no ha habido padres que trasmitan los valores para tomar las medidas necesarias en la crianza para evitar llegar al caos. Esto nos lleva de manera natural a relacionar el papel tan importante que juegan los padres en la crianza de sus hijos.

Uno de los problemas de fondo de los jóvenes, es la depresión. Debemos entender que la depresión no solamente se presenta en personas adultas, sino que puede llegar a presentarse en etapas muy tempranas del desarrollo humano, es decir, la niñez y la adolescencia.

En consecuencia, los padres debemos estar muy cercanos para poder detectar la depresión. Es de suma importancia mencionar que usted debe observar y atender a sus hijos, involucrarse con ellos y aun tener el valor para llevarlos a solucionar los problemas.

Si hay depresión en los hijos, la familia no funciona de manera adecuada. Sí existe el maltrato físico en los niños en sus propios hogares. El 50% de los hijos ha sufrido agresión verbal, física o sexual en casa. El problema de las pandillas urbanas tiene que ver con esto; los jóvenes no se dan cuenta que muchos de sus comportamientos tienen un origen y éste se encuentra en casa.

Podemos afirmar entonces con toda certeza que la desintegración familiar comienza en casa.