Alcoholismo, placer mortal
 

Problemas en cadena
 

Por: Ing. Gilberto Sánchez

No estamos hablando de una cuestión de puritanismo ni de religión; no señores, la ciencia está demostrando que el alcohol causa severos daños, terribles daños al organismo por su consumo y lo que se está queriendo hacer a través de este tipo de pláticas, y mediante la investigación y labor de muchas otras organizaciones no gubernamentales durante años, es alertar a la sociedad y hacerles ver el peligro y el riesgo en el cual están cayendo nuestros jóvenes por esta droga legal: el alcohol, la omnipresente droga nacional.

El consumo excesivo de alcohol afecta partes importantes de nuestro cerebro, principalmente en la corteza prefrontal que es un área vital, porque ahí se realizan conexiones neuronales como la atención, la concentración, la toma de decisiones, la asertividad y el control del impulso.

“Aun cuando la concentración del etanol en la sangre haya disminuido, no importa que pasen 12 o 48 horas después de que se consumió el alcohol, las alteraciones permanecen”, explica la doctora Rosa Díaz Martínez, del Instituto Nacional de Psiquiatría.

Obviamente, una persona alcohólica tiene también problemas en el ámbito laboral porque está alterada, no tiene el control de su mente ni de su cuerpo, y claro, una persona que vive así, tiene serios problemas en su trabajo o en su desarrollo profesional; no es confiable, empieza a fallar en su labor, empieza a tener problemas en sus relaciones sociales: con sus compañeros de trabajo, con su jefe y servicio al público, porque empieza a manifestar irritabilidad, y tiene además una mayor probabilidad de accidentes laborales, un menoscabo en la capacidad laboral porque su desempeño no es eficiente… problemas con sus compañeros, empieza a tratar mal a sus clientes, tiene una mala conducta hacia su jefe, hacia sus subalternos, todos alrededor son afectados, y luego el alcohólico al ver estos problemas, empieza a beber más y está nada más alimentando su adicción, evadiendo sus responsabilidades.

Todo eso produce una problemática en cadena en el trabajo, con lo cual la persona pierde oportunidades de trabajo, repito, empieza a dejar de ser confiable y por lo tanto, puede perder una buena oportunidad de trabajo y un brillante futuro. Quiero leer las palabras de Esteban Agulló Tomás, Investigador de la Universidad de Oviedo que dice:

“El problema del alcohol en el trabajo está ahí. Se trata de una problemática, en muchos casos enterrada, pero latente, y que, analizando su auténtica naturaleza, es un fenómeno dramático, tanto para el trabajador como para la propia organización. Estamos ante un problema que está pidiendo a gritos una atención más seria, más profesional, menos condescendiente. No ayuda en nada maquillar los datos y las estadísticas sobre el tema; se trata, al contrario, de afrontar humilde pero decididamente la naturaleza y los efectos de una de las drogas más toleradas, y a la vez, que más estragos viene generando en nuestras sociedades: el alcohol.”

Querido amigo, el alcoholismo trae muchos problemas a la vida de las personas. Estamos viendo que el alcohol no es nada saludable. Es una droga, y así como al escuchar usted de la cocaína, la marihuana y el crack, se le viene a la mente las consecuencias inevitables como son destrucción, muerte, daño, desintegración familiar, etc., pues lo mismo debemos pensar respecto al consumo de alcohol, que es otra droga.

“No os embriaguéis con vino”
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