Por: Ing. Gilberto Sánchez

No hace mucho me enteré de un caso  muy lamentable de una señora mayor, que vendía las famosas micheladas afuera de su casa, y lo más impactante de esto, es que sus clientes eran niños de secundaria y de preparatoria. Los niños pasaban por ahí y ella tenía allí afuera de su casa, su mesita y las micheladas, y ellos llegaban y las compraban cual si fueran dulces o refrescos. ¿Qué le quiero decir con esto? Los menores estaban siendo inducidos al alcohol, a la droga, porque en América latina esto se permite, se acepta, no se ve ilegal. Pero es un problema muy grande, porque los menores tienen amplio acceso al consumo de alcohol.

En algunas entrevistas que se han hecho a jóvenes ellos han hablado de esto, de que es muy fácil conseguir alcohol en México, aun cuando no se tenga la edad para consumirlo ‘de forma legal’.  De hecho, hace unas semanas se publicó un proyecto de ley donde están queriendo subir la edad de 18 a 21 años, para consumir alcohol sin problemas con la ley. El argumento que están sugiriendo me parece muy bueno: los científicos están diciendo que el cerebro humano sigue en desarrollo hasta los 21 años y se ha encontrado que el consumo de alcohol afecta ese desarrollo del cerebro.

La conclusión que están tratando de explicar, es que los adolescentes no consuman alcohol hasta que cumplan los 21 años de edad para que durante la formación del cerebro, el alcohol no venga a afectarles y queden dañados en sus facultades mentales sino que puedan desarrollar sus vidas normalmente.

Parece una propuesta correcta, pero me llamó la atención que cuando se les preguntó a varios jóvenes qué opinaban de esa propuesta, ellos decían: “pues hagan como quieran, finalmente nosotros vamos a beber, de hecho, nosotros desde los 11 años tomamos. Se supone que nosotros no debemos tomar hasta los 18 y desde los 11 ya estamos tomando alcohol, porque te la venden…” “La ley me parece my buena y creo que se debe de aplicar, pero si no se aplica, es letra muerta”. Otros jóvenes decían: “pues y pienso que no se trata de estar poniendo reglas como esto ‘no esto’ y ‘no aquello’, yo creo que si se nos educara y se nos diera información sería mucho mejor, creo que si se nos hablara mejor del asunto y de la problemática podríamos tener un campo más claro de la situación y podríamos tomar decisiones más sensatas”. Otros decían: “bueno, yo ya tengo 18 años, yo ya decido lo que hago con mi dinero, yo ya decido  cómo me comporto.”

El alcohol, repito es una droga que está al alcance de la familia y sobre todo al alcance de muchos menores. Su venta está regulada, claro, pero de que se la venden, se la venden, de que la puede comprar, la puede comprar y de que la encuentra, la encuentra, es lo que dice esta periodista, es una droga nacional.

Ahora, también la llama una droga omnipresente, porque el alcohol es una droga que está presente en todas partes y dígame si no es cierto: usted vaya a una fiesta de trabajo y allí habrá alcohol. Usted vaya a las fiestas familiares, y ahí está el alcohol, aun vaya a fiestas infantiles, y perdóneme que se lo diga, piñatas donde está el pastel y la piñata de los niños, y los papás están a un lado bebiendo, está presente aun allí.

Usted enciende el televisor y verá comerciales, anuncios uno tras otro, promoviendo la venta del alcohol, en la radio, en la programación infantil para televisión, o de horario familiar y ahí le introducen la publicidad del alcohol, está presente en todas partes, de hecho entre los mismos artistas, los cantantes te presentan un estilo de vida donde emborracharse es algo común, es normal, y es parte de la vida.

Cuántas veces no nos hemos enterado de artistas, que tienen problemas con su manera de beber y no son pocos, vamos, aun en los eventos deportivos donde se supone debería de promoverse un estilo de vida saludable ahí el alcohol está presente, mire, no exagero, honestamente le digo que en el país de México, la cantina más grande del país es el estadio de fútbol. Ahí van las personas, yo alguna vez fui también al estadio de futbol y cuando yo entré vi que la cerveza  se vendía indiscriminadamente y si en ese estadio cabían 2 mil, 30 mil 40 mil personas, ahí estaba la distribución de la cerveza, ¿por qué? Porque como dijo este comerciante: ¡es un gran negocio! Se supone que las personas van a pasar un tiempo de recreación para ver un espectáculo deportivo, para divertirse un rato, pero ahí se aprovecha para drogar a las personas.

Dígame si no: ¿cuántas personas transforman su conducta si el equipo local pierde? Se desata la violencia y por descargar el coraje, la ira porque el equipo local perdió, luego hacen cosas terribles. De hecho, yo quiero ser muy claro, me tocó ver cosas indignas cuando fui al estadio, vi gente deponiendo porque ya se había intoxicado con el alcohol y cosas peores, gente haciendo de su necesidad en las gradas de arriba, bañando a los de abajo… cosas terribles donde la gente que hace la gente cuando han perdido el control y el dominio de sí mismos.

Vemos pues, que ciertamente, el alcohol es una droga omnipresente.