La Soledad I Parte: La Noche más Oscura
 

La ayuda viene de arriba
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Reflexiona por unos momentos. La respuesta está en ti, debes tomar, tú, la resolución de levantarte en medio de circunstancias adversas y hacerles frente. Acuérdate: no puedes cambiar lo que está alrededor, pero sí puedes cambiar tu actitud hacia eso.

Muchos hombres ofenden  y lastiman a sus mujeres y aparentemente no quieren cambiar; pero si  tú cambias hacia tu esposo y lo perdonas, entonces podrás ser libre de ese sentimiento de soledad, de resentimiento, de tristeza y de abandono que experimentas diariamente.

Probablemente tu padre no cambia y sigue siendo una persona seca, dura, que no te ama; pero tú sí puedes cambiar tu actitud hacia él, amándolo, honrándolo y perdonándolo.

Quizás en tu trabajo, algunos de tus compañeros que te hostigan  no vayan a cambiar su actitud hacia ti; pero tú sí puedes cambiar tu actitud hacia ellos. La respuesta está tomando la decisión correcta y acudiendo a Dios.

Él nos responderá a esa decisión correcta que tomemos, nos dará de su ayuda, amor, fortaleza y de su compañía. “Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” “No te dejaré ni te desampararé.” Son palabras que salen de la boca de Dios. Son promesas.

“No temas porque yo estoy contigo, no desmayes porque yo soy tu Dios que te esfuerzo.” ¿Cuántas personas necesitamos esa fortaleza? ¿Cuántas personas nos sentimos abrumados por los sentimientos de la soledad? ¿Te sientes desesperado porque piensas que la soledad no tiene remedio? ¿Has tomado decisiones o estás apunto de tomar decisiones que no te van a conducir a nada bueno?

Hoy es día de reflexión. La soledad sí tiene remedio.  El remedio está dentro de nosotros y arriba de nosotros. Recuérdalo.

Muchas personas el día de hoy transitan por las calles preguntándose ¿quién escuchará lo que siento? ¿Con quién podré abrir mi corazón para expresarle mi pena? ¿Cuáles serán los ojos que mirarán a mí  y que lo harán con compasión?

Muchos adolescentes se rebelan el día de hoy contra sus padres por muchos y variados factores. Uno de ellos es la falta de un padre cercano, la falta de un ejemplo honesto de su padre, o la mala relación con él.

Los padres pueden considerarse a sí mismos estrictos; sin embargo, las reglas que esperan que el adolescente observe, muchas veces no van acompañadas de amor, de estar cerca de él, de poderle proveer al hijo, no solamente reglas sino también el afecto, el diálogo, la comprensión, la instrucción, el darle la salida y fuga a sus emociones que él necesita expresar en la manera correcta para vencer esa rebelión interior.

La falta de comunicación es una de las causas principales de la soledad. Muchos no se pueden comunicar. Muchos son los jóvenes que no pueden comunicarse con sus padres.

Pocos son aquellos que pueden esperar de sus padres un buen consejo. La familia se desintegra, da pasos apresurados. Debemos aprender a dirigir a nuestros hijos, debemos aprender a escuchar a nuestras esposas, debemos comprometernos con nuestra familia.

Debemos tomar en cuenta que la familia es una institución sagrada y divina creada por Dios, que tiene como propósito proveer compañerismo, familiaridad, intimidad, cercanía.

Cuando la familia funciona, el problema de la soledad es resuelto.  Cuando el padre gobierna bien los asuntos de la casa y se convierte en el líder, en el proveedor, en el amigo, en el esposo y padre que está cercano a sus hijos, el problema de la soledad se resuelve.

Cuando la madre vuelve su corazón a su esposo e hijos. Cuando los hijos vuelven el corazón a sus padres, el problema de la soledad se resuelve.

Hay esperanza para ti el día de hoy. Date cuenta que dentro de ti, como dice Blas Pascal, hay un vacío que tiene la forma de Dios. Solamente él puede llenarlo. Hay esperanza para ti si cambias tu actitud interna hacia las circunstancias que te rodean. La soledad tiene remedio. Que Dios te bendiga.
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