La Soledad I Parte: La Noche más Oscura
 

Aquel que nunca nos deja
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

¿Cuál es la solución radical para la soledad? Esa solución es Dios.

En el Salmo 23 también vemos una promesa para aquellos que desean llenar su vacío, dice: “el Señor es mi pastor, nada me faltará”, numerosas personas sienten que les falta algo, si tu te sientes así, debes saber que Dios conoce nuestra condición y sabe que somos polvo y ceniza, se acuerda de nosotros. “…en lugares de delicados pastos me hará descansar, junto a aguas de reposo me pastoreará…”, esto quiere decir que esa hambre que hay en tu interior, de ser amado, de ser comprendido, de sentir la cercanía de alguien que te ama, la puede suplir Dios.

Esas aguas de reposo que quitan todo temor de tu vida, toda intranquilidad de nuestro interior, “…confortará mi alma…”, quién más que el Todopoderoso, Jesús, puede restaurar tu alma vacía, dañada. “…aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno porque tu estarás conmigo”, ésta es la promesa, Dios nos acompaña en nuestra soledad, cuando volvemos nuestro corazón a Dios, y ponemos toda nuestra confianza en Él, nunca nos dejará solos.

Debemos de aprender a relacionarnos con Dios y con nuestro prójimo, éstas son las necesidades más grandes del ser humano. Estas son las causas de la soledad, la falta de familiaridad, esa cercanía, de amistad con nuestros seres queridos, esposo o esposa, y sobre todo que el ser humano se ha alejado de Dios. Así que ningún remedio, humanamente hablando podrá dar alivio permanente, sólo será temporal, porque la raíz de la soledad es algo espiritual.

En la consejería matrimonial en la cual hemos estado trabajando estos últimos años, nos damos cuenta que muchas personas acuden a nuevas parejas sentimentales, a un matrimonio, a otro, tratando de llenar esa soledad y lo único que hacen es hacer esa soledad incurable, porque no hay nada más frustrante que habiendo tratado un remedio, te sientas más solo cada vez.

La soledad puede tomar muchas formas indeseables; un dolor interno, un vacío interno, un anhelo fuerte por sentirse satisfecho o un corazón que constantemente se siente insaciable.

En una ocasión un conferencista preguntó a su público numeroso cuál era el problema que más les afectaba, la respuesta unánime fue: la soledad.

En frecuentes ocasiones para las personas que han experimentado la pérdida de un ser querido, de la desintegración de su familia, se sienten incapaces de poder experimentar en su vida esa sensación de amor.

Es sumamente importante que sepas que hay esperanza, y que esa esperanza está en Dios, Él  promete volver su rostro a ti y mostrarte su misericordia y piedad que son perpetuas.

“Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”, preciosas promesas para aquellos que están dispuestos a volver su vida a Dios, haciendo un cambio radical en su vida, tomando la decisión de buscar a Dios con todo su corazón y de creer y confiar en su hijo Jesucristo, aquél que puede llenar el vacío inmenso por medio de su Santo Espíritu, vuelve tu corazón a Dios, el cual tendrá de ti misericordia. Que Dios te bendiga.

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