Tres Montaņas a Mover
 

Problemas emocionales en el matrimonio
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

En muchos matrimonios se generan situaciones tensas que producen un trastorno emocional en la pareja o producen una frecuente tristeza y sensación de fracaso en el matrimonio.

Por ejemplo, estudios realizados en la Universidad de Denver, en Estados Unidos, nos muestran que la unidad de los cónyuges puede ser afectada en 4 áreas: su manera de tratarse, de escucharse, de dialogar y de entender que son una sola carne. (Como dice Dios, “dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y serán una sola carne”.)

Estamos hablando de una unidad de la pareja que es indisoluble. Y es importante, si tú quieres  tener un matrimonio con éxito, es necesario que puedas mantener tus emociones bajo control.

Las investigaciones muestran que quienes tienen un matrimonio estable son menos propensos a tener discusiones explosivas y sin control.

Pero veamos qué cosas debe cuidar un matrimonio para evitar afectaciones emocionales:

a) Hay palabras que pueden ser muy hirientes y debemos de cuidarnos de hacer uso de ellas ya que somos personas con sentimientos, y cuando éstos son heridos y lastimados por una palabra hiriente, puede causar división en la pareja, o distanciamiento.

Esto se nota cuando empieza una discusión, por una asunto familiar, e inmediatamente lo que trata de hacer el esposo es invalidar la discusión de la esposa, no quiere escucharla, o viceversa.

Comienzan estas palabras a herir como un cuchillo, a “cortar” el corazón de la esposa o del esposo y, llegan a destruir al matrimonio.

b) Cuando se invalida el diálogo o la discusión sana en el matrimonio, es la primera señal importante que ese matrimonio va directo al divorcio, a menos que logre salvar la comunicación.

c) El “provocar”. Cuando el esposo sabe que su esposa tiene problemas emocionales, que es sensible y la provoca, está haciendo que la unidad o la intimidad del matrimonio se evapore.

Por tanto él debe de ser muy cuidadoso son ella. Las mujeres, estructuralmente hablando, son más sentimentales que los hombres, más propensas a dejarse llevar por una emoción, por un sentimiento; en cambio, el hombre es frío y calculador, existen grandes diferencias en el carácter.

d) Las malas interpretaciones. Otra cosa que destruye al matrimonio, es cuando se dan las malas interpretaciones en el diálogo o en la discusión. Cuando se cree que lo que me dice mi cónyuge es para provocarme o molestarme.

El interpretar negativamente las actitudes de otra persona es peligrosísimo y daña la relación en el matrimonio y ejerce un grado de estrés y de tensión que puede convertirse en depresión. Podemos entender esta situación como “malicia”: el pensar mal de otra persona, sin estar seguros de que realmente está actuando así, o pensar que lo hace para dañarnos.

e) El evadirse. Además, otra forma de terminar rápido con la discusión o el diálogo y llevar al matrimonio al fracaso, es cuando uno de los cónyuges se retira de la discusión. En una forma sutil, sale del lugar donde se esta dialogando, trata de callar a la pareja, cambia de conversación, etc.

Todos estos son síntomas muy malos en un matrimonio, que si no se corrige profundamente el diálogo y la comunicación irán directamente al fracaso.

Los resultados de las investigaciones nos dicen que los matrimonios fructíferos, son aquellos que eliminan los riesgos, tales como las discusiones acaloradas, la falta de diálogo y la incomprensión, las interpretaciones negativas o la malicia.

Son matrimonios que saben confrontar estas realidades, como las discrepancias, diferencias, problemas económicos, los relacionados con la crianza de los hijos, problemas de salud, etc.

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