¡Auxilio, mi alma se hunde!

Pequeños problemas, gigantes enemigos

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Los consejeros familiares expertos coinciden que por pequeños problemas se generan grandes tensiones. Pequeños problemas como cuando papá o mamá se están poniendo de acuerdo en algo en casa. Necesitamos aprender a vivir contentos y satisfechos con lo poquito que tenemos, no es que nos acostumbremos a la mediocridad o a la falta de aspiración, pero cuando no hay más, hay que estar contentos con ello.

Problemas pequeños en la vida se vuelven como bolas de nieve gigantes imparables que destruyen.
¿Qué podemos decir del miedo a la muerte, al fracaso, a la enfermedad, a perder un ser querido?
Cuanto invade nuestras vidas y cuanto genera desesperación.

¿Qué podemos decir de la preocupación? Muchísima gente vive preocupada de más. Millones en nuestra población latinoamericana e hispanoamericana viven bajo fuertes preocupaciones.

No está mal que nos preocupemos por hacer bien las cosas, por lograr buenos resultados académicos; pero cuando la preocupación se vuelve una ansiosa inquietud, cuando se mezcla la preocupación, el miedo, la ansiedad, la frustración, el rencor y se empiezan a enrollar como se enrollan los hilos y se hacen nudos tan difíciles de desatar en nuestra alma. Necesitamos muchísimo apoyo y ayuda como nunca antes.

Dios y la ansiedad
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