Cómo cuidar nuestra mente II – Consejos prácticos

Introducción

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

La semana pasada vimos con asombro que la mente es el órgano de nuestro cuerpo más descuidado, y que así como cualquier otro órgano vital, (como el riñón o los pulmones), la mente también ayuda a que nuestro cuerpo funcione adecuadamente.

Ésta constituye el área pensante del individuo y debe estar sana. Hay muchos problemas que frecuentemente la afectan, como la preocupación, pero todos pueden ser resueltos enfrentándolos de manera correcta.

La mente es el lugar donde más cansancio se acumula. Podríamos decir que el resfriado más común de la mente es la depresión; “el catarro mental”. Cuando la mente se agota, viene la depresión.

Usted ha oído hablar de cómo se congestionan las redes de comunicación, de repente las líneas de comunicación se retrasan, se desvían, etc. Sucede porque se acumuló demasiado trabajo en la central telefónica o celular, hay una sobrecarga de trabajo y el funcionamiento se altera; la calidad y la funcionalidad se ven afectadas.

Lo mismo sucede con las plantas de energía, cuando éstas se ven afectadas por el alto consumo y se acumula una gran cantidad de trabajo; vienen los apagones de luz.

De la misma manera, la mente se congestiona; esa congestión se traduce en estrés, ansiedad, depresión u otros trastornos que pueden afectarla seriamente. Por eso no me canso de repetir que la mente es un órgano real, tan real como el corazón, y que debemos aprender a cuidarla, pues es causa principal de problemas, enfermedades y desórdenes.

Principios importantes
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