Todo Comienza en Casa I Parte

Un Cimiento que no falla

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Yo te recomiendo que construyas relaciones sólidas con tus hijos, tu única esperanza es conocer a tus hijos, qué les afecta, que piensan ellos, si quieres que tus hijos te escuchen, deberás aprender aceptarles tal como son. ¿Sabías que ellos son muy escépticos, muy incrédulos? Que también están siendo bombardeados por influencias humanistas seculares, por lo que tu papá y mamá debes tomar la rienda de la educación de tus hijos y pararte por valores morales verdaderos e influenciarlos a través del ejemplo.

¿Sabes en qué se interesan tus hijos? ¿Eres ejemplo para que ellos vean que tu eres un hombre respetuoso de Dios y que guardas sus mandamientos?, que no tomas a la ligera sus mandamientos, que no adulteras, que no mientes, que no robas, que no tienes ídolos en tu corazón como sexo, dinero, fama, gloria, mujeres. ¿Les demuestras que tomas a Dios como el Ser Supremo que gobierna tu vida, que confías en El y vives para Él, para que el construya tu hogar?

Quien puede construir un hogar, es Dios, a través de esos padres que están unidos a Él por medio de Cristo Jesús y de un cambio real en sus vidas y un abandono total de las conductas que no le agradan a Dios y hay una confianza en los mandamientos y en las promesas que Dios da a través de las Escrituras para aquellos padres que quieren construir un hogar sólido y que quieren originar desde su propio hogar, hijos que puedan vencer los retos y sobrevivir en este mundo desquiciado moralmente, sin brújula ni dirección, sin valores reales, materialista, humanista, ateo, un mundo que exalta la homosexualidad, el lesbianismo, el aborto, el alcoholismo, las drogas, el libertinaje, que le da un mensaje a tus hijos: haz lo que te dé la gana y te guste, tú eres libre para hacer lo que quieras. Y si no hay padres que lo sepan contrarrestar, terminaran siendo esclavos de este inmoral mundo.

Tú debes, como padre de familia, proveerles a tus hijos un refugio de este mundo en donde hay tormentas, huracanes y ciclones de inmoralidad. Un albergue es un lugar donde los hombres corren a refugiarse de un huracán, de una tormenta, allí les dan calor, mantas para taparse en la noche, les dan café caliente, alimento sano, así igualmente la familia tiene que ser un albergue, un lugar donde los hijos sean resguardados, refugiados de la corriente de inmundicia, de pornografía, de adulterio, maldad e infidelidad, de promiscuidad, crimen, violencia, drogadicción y adicciones, que oscurecen en panorama de tus hijos y que los llenan de incertidumbre. Porque ven a sus propios maestros caer en adulterio, ven a sus propios padres, a sus guías espirituales no ser guías espirituales correctos  y se confunden.

¿Qué necesitan tus hijos? Un refugio, provéeles amor, afecto, cariño, límites, disciplina, un ejemplo, autoridad, guía y dirección.

¡Qué importante enseñanza la del día de hoy! Todo comienza en casa. ¿Cuál es la respuesta? Dios, Él es el que sabe construir hogares verdaderamente felices, vuélvete a Él y que Dios te bendiga.

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