Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Perdonar es cuando no retienes nada contra la persona que te haya ofendido de cualquier formar ó que te hayan herido de cualquier forma, perdonar entonces es no retener, el no guardar, perdonar es remitir la deuda, un ejemplo vamos a suponer que tú tienes una deuda que durante muchos años esa deuda ha crecido y esa deuda económica trastorna tú vida entera y de pronto la persona a quien le debes te dice, ¿sabes que te perdono la deuda?, ya no me debes nada, entonces experimentas una verdad, ¿Por qué? Por qué ya no debes nada Ya no tienes esa deuda económica que trastornaba tu vida, de la misma manera exactamente es cuando tú perdonas al que te debe.

¿Qué acaso Nuestro Señor no nos enseño a orar de tal manera que nos enseño a perdonar a los que nos deben? Vosotros pues orareis así nos enseño así:

“Padre nuestro que estáis en los cielos, santificado sea tú nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad cómo en el cielo, así también en la tierra, el pan nuestro de cada día dánoslo hoy y perdónanos nuestras deudas cómo también nosotros perdonamos a nuestros deudores”, te estoy citando las sagradas escrituras en el libro de San Mateo capitulo 6 versículos 9 al 15, esta es la oración que Jesús enseño a orar, el modelo de oración que Jesús enseño a orar a sus discípulos y les dijo perdónanos nuestras deudas, cómo también nosotros perdonamos a nuestros deudores.

Qué importante es esto, Jesús dice que si queremos ser perdonados por Dios, por el Padre tenemos que estar dispuestos a perdonar a los que nos deben y repito cuando definimos la palabra perdón cuando nosotros perdonamos las deudas a nuestros deudores, sea tu esposo, sea tu padre, sea alguien que te haya lastimado en la vida, alguien que te hubiera herido.

Cuando tú guardas sentimientos de rencor ó amargura hacia cualquier persona, tú eres el que vas a sufrir primeramente, ¿Cuántas personas dicen esto alguna vez en la vida? Cuántos lo hemos dicho, si no me hubieran hecho esto o aquello sería una mejor persona, si no me hubieran lastimado, sería una mejor persona, si no me hubieran robado, si no me hubieran defraudado, si no me hubieran lastimado etc. Y esto frustra, y evita que tú puedas seguir adelante en la vida, y esto trae sentimientos serios de culpabilidad aún dentro de ti y te meten en una prisión, te vuelves preso, preso de tal manera que no puedes salir de ella.

En la consejería familiar y  matrimonial, hay ocasiones en las que tratamos de ayudar a las personas a tratar de salir de esa prisión, pero no están listas para perdonar realmente a la persona que los ha dañado y es cierto hoy muchas personas no están listas para perdonar, a veces están grande la ofensa ó el daño que sienten que no pueden perdonar.

Por eso, este programa tiene la finalidad y estos estudios que estamos impartiendo en esperanza para la familia, para enseñarte a perdonar, para que puedas ser una persona libre, para que puedas encontrar la verdadera felicidad, y el verdadero éxito en tu vida.

Hay un pasaje muy importante en las Sagradas Escrituras, podemos leer en el libro de Hebreos capitulo 12, versículos 14 y 15 y dice así: “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor ,mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando una raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados”, cuanta sabiduría hay en estas palabras que salieron de la boca de Dios, te voy las voy repetir Dios dice: Sigue la paz con todos, con tu esposo, con tus hijos, con tu vecino, con tu jefe, con el que se cruce en tu camino y la santidad o sea esa pureza de vida sin la cual nadie vera al Señor esté en ti ; mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia, el favor  de Dios, la ayuda de Dios, que brotando una raíz de amargura, os estorbe y por ella muchos sean contaminados.

Es un mandamiento de parte de Dios, el que sigamos la paz con todos, que vivamos una vida pura y limpia, donde no guardemos en nuestro corazón ningún mal pensamiento, ningún rencor ninguna malicia, ninguna ira contra las personas que nos rodean, que más nos dice, que no podremos ver al Señor sino estamos limpios en nuestro corazón, que más nos dice, que cuidemos, que velemos en nuestras vidas, que no vaya hacer que brote una raíz de amargura, fíjate, le llama la Escritura raíz de amargura por que muchas veces está tan profunda, que se convierte en una raíz.