Por: Dr. Salvador P. Cárdenas

Sin embargo, el Centro Nacional de Prevención de violencia juvenil en Estados Unidos, lamentablemente en muchos de los países de América Latina no existen este tipo de instituciones, destacó que hay una serie de señales de alarma que pueden servirle a los padres de familia o a los profesionales de la educación, que trabajan con jóvenes, que pueden hacernos ver cuándo un joven es potencialmente candidato a convertirse en una persona que vaya a ser violenta.

Mencionaremos algunas de estas señales de alerta, aclarando un punto: no quiere decir que si a una persona tenga alguno de estos puntos, necesariamente vaya a llegar a ser un joven violento. Pero también es cierto que las personas que tienen estas señales, tienen más probabilidades de convertirse en jóvenes violentos.

¿Cuáles son las señales que un padre de familia debe de estar alerta?

• Cuando la persona tiene crisis de rabia incontrolada o dificultad para controlar la ira.
• Cuando el joven comienza a tener acceso a armas blancas o de fuego, eso empieza a dar cierta sensación de valor al joven, y que quizás por su propia inmadurez no sepa conducir adecuadamente y que lo pueda convertir en un joven violento.
• Llevar armas al colegio.
• Uso de sustancias psicoactivas, cualquier sustancia o droga que afecta el pensamiento o la situación mental de la persona.
• Intentos o amenazas de suicidio, es también  un reflejo de violencia.
• Historia familiar de comportamiento violento o suicida.
• Cuando el joven culpa a otros o no acepta la responsabilidad de sus propias acciones. Una de las cosas muy importantes que los padres de familia deben de enseñar a sus hijos desde corta edad, es que los seres humanos somos responsables de nuestras acciones. Muchos de los jóvenes que actualmente están metidos en cuestiones de violencia juvenil nunca fueron educados en este principio, son personas que nunca aprendieron a hacerse responsables de sus propias acciones.
• Experiencias recientes de humillación, vergüenza, pérdida o rechazo. Estas experiencias pueden condicionar cierta violencia en la vida del joven. Cuando ves a un joven que le gusta amenazar a otros, a un niño o joven que lleva un patrón de amenazas hacia otras personas, es un joven que probablemente tendrá problemas con la violencia.
• Haber sido victima de abuso o negligencia. Puede ser negligencia o abuso físico, emocional o sexual.
• El ser testigo de violencia en el hogar, cuando dentro del hogar existe violencia, cuando entre los padres hay  discusiones, pleitos, gritos o hasta golpes, puede ser motivo de conductas violentas en el joven.
• Cuando el joven repite constantemente el tema de la muerte en sus conversaciones, en las expresiones escritas, en la selección de  lecturas o trabajo de arte.
• Una enfermedad mental como la depresión o ciertas manías mentales pueden hacer también que el joven sea violento.
• Problemas de disciplina y comportamiento delincuente tanto en la escuela como en la sociedad en donde vive.
• Un joven que es indisciplinado que no tiene limites en su conducta también tenderá a la violencia.
• Destrucción de la propiedad o vandalismo.
• Ser cruel con los animales, es un punto muy importante. El niño que es cruel con los animales es probable que cuando crezca y tenga capacidad para infringir daño a otros pueda llevar esta conducta hacia seres humanos.
• Comportamiento pirómano, es decir, una tendencia a estar causando incendios de una manera irracional, puede reflejar la posibilidad de que el niño sea violento en su vida juvenil.
• Cuando el joven tiene relaciones  pobres o vive aislado socialmente, tiene mayores posibilidades de volverse violento.
• Participación en pandillas, es un factor muy importante, los grupos que se forman de muchachos y jóvenes y que tienen ciertas actividades pueden conllevar a la persona a incurrir en una vida violenta.
• La poca supervisión por parte de los padres o de personas que trabajan con jóvenes. Cuando los padres están distantes, no conocen a sus hijos, no tienen platicas con ellos, que no están viendo lo que se esta formando en la mente y en el corazón de los hijos, sino que crecen sin atención como seres humanos, esos muchachos criados de esa forma, tienen mas posibilidades de convertirse en jóvenes violentos. Esto a también tiene relación con maestros distantes de sus alumnos, ya que es importante que el maestro que trabaja con jóvenes y niños sea una persona cercana a ellos, que no haya un distanciamiento detrás del titulo de maestro. El que el maestro sea amigo de los niños y jóvenes fortalece conductas buenas en ellos.

Nos quejamos mucho de la violencia en que vivimos, de que los jóvenes son violentos pero, ¿Qué esta haciendo usted como padre, madre o maestro para evita estas cosas? De lo que ustedes hagan depende mucho que la violencia que se esta viviendo disminuya o pueda cambiarse totalmente, ustedes son las personas cercanas a los niños y jóvenes y mucho tiene que ver con la relación que tengan con ellos para que las cosas cambien en nuestro mundo y sociedad.

Como todo, el prevenir es mejor que el querer curar algo. Es mejor tratar de evitar que el joven se vuelva violento a tratar de hacer que el joven que ya es violento deje de serlo.