Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

La preciosa Escritura dice en Malaquías 4:6:

“El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres”.

Esta es una promesa preciosa para aquellos que necesitan esta ayuda, que anhelan con todo su corazón criar hijos felices, obedientes, respetuosos.

La promesa es que si tú te vuelves a Dios Él hará volver el corazón de tus hijos a ti. Él hará que tus hijos te obedezcan, te amen y te respeten.

Papá, tus hijos necesitan a un padre cerca de Dios, un padre que tenga una comunión real con Él, esa es la gran necesidad de los hijos.

Recuerdo cuando yo tuve la oportunidad de conocer a Dios por medio de Jesucristo, y entendí que Dios era para mí un padre, alguien que me amaba.

Lo primero que Dios hizo en mi vida después de que Él perdonó mis pecados y me transformó, fue enseñarme a amar a mis hijos. Él hizo volver mi corazón hacia ellos convirtiéndose en el centro de mi vida.

Antes yo era un padre insensible, tenso hacia mis hijos, no tenía tiempo para ellos, mi carácter era iracundo, vivía pegado al televisor.

Pero cuando decidí seguir a Cristo, conocerlo y amarlo, hubo una transformación tal en mi vida hacia mis hijos, que en 20 años, hasta el día de hoy he permanecido amándolos junto con mi esposa.