Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Cuando los hijos están en edad formativa, el divorcio es terrible porque trae problemas serios.

La doctora Judith Wallerstein, una autoridad en el tema de los hijos y el divorcio, comenzó a estudiar a niños y niñas desde hace 25 años que sufrieron el divorcio de sus padres, continuando su observación hasta la edad adulta.

Su libro reciente revela lo siguiente:

• 40% de las personas que estudió, nunca se casaron. En otras palabras, cuando hay divorcio, los hijos no quieren casarse después ya que no quieren enfrentar de nuevo la tragedia de un posible divorcio.

• Tienen menos probabilidades en la universidad. 

• Son más propensos a usar drogas y alcohol antes de cumplir 14 años.

• Demuestran tener menos competencia social.

• Las niñas cuyos padres se han divorciado tienen experiencias sexuales a más temprana edad.

Podemos ver claramente que el impacto de la desintegración familiar es una cuestión para toda la vida; es importantísimo esto.

El divorcio trae consecuencias devastadoras: los muchachos no aprovechan la universidad, tienen problemas con las drogas a temprana edad y con el sexo prematuro antes del matrimonio.

Y esto no solamente ocurre en el divorcio, sino también en aquellos matrimonios que aunque no se han divorciado, viven bajo un mismo techo como si estuvieran divorciados, no se aman, no hay diálogo ni respeto entre ellos. Los hijos sufren las consecuencias.

Hace poco un padre de familia se espantó al abrir la cajuela de su automóvil y encontrar que su hijo tenía botellas de cerveza y su camisa llena de sangre, y fue con su esposa y le dijo: ¡Mira lo que nuestro hijo está haciendo! La mujer sólo se quedó viendo al esposo y le dijo: Esa ha sido tu conducta durante tantos años: alcohólico y violento, ¿qué esperabas?

¿No es confrontador este ejemplo que estoy dando el día de hoy? Cuántos jóvenes mueren en accidentes violentos, se matan en sus automóviles, se suicidan, se desmoralizan, se deprimen, otros comienzan a practicar conductas promiscuas, o se convierten en homosexuales, todo por no estar presente el padre.