Los errores más comunes que cometen los padres en la educación
de sus hijos

Introducción

Por: Profr. Roberto Durán

Algunos piensan que la educación de los hijos es como preparar un pastel, donde se ponen los ingredientes, se mezclan correctamente y finalmente dan como resultado el pastel. Ojalá que así fueran todas las cosas en la vida, pero las cosas importantes como la educación de los hijos requieren esfuerzo, constancia y dedicación.

Los alpinistas nos ilustran muy bien lo importante que es dedicarse a algo que vale la pena en la vida: La pasión de los alpinistas, su sueño, es escalar las montañas más altas de la tierra.

Por ejemplo, en 1986 se conquistó la montaña más alta de Europa, el Mont Blank en Francia. Esto fue una gran proeza; pero imagínese usted, escalar 4,800 metros, no es lo mismo que escalar 8,850 que es el pico más alto del mundo, el Monte Everest.

Los expertos creen que hay 120 cuerpos de escaladores que fracasaron en su intento por conquistar el Everest. ¿Por qué razón tanta gente fracasó? La razón es simple, conquistar 8,850 metros requiere más que un sueño, más que un deseo propio de alcanzar la meta, se requiere planificación, estrategia, constancia y dedicación.

El alpinista inglés Maurice Wilson, trató de escalar el Monte Everest sin el permiso del gobierno tibetano. Wilson contrató únicamente 3 personas que le iban a ayudar para escalar. En la medida que iban avanzando, los hombres que iban con Wilson se dieron cuenta que la tarea era prácticamente imposible y se negaron a seguir adelante con él.

Wilson, como se había propuesto llegar hasta la meta, decidió continuar solo, pero fue una decisión que le costó la vida. Se requiere más que entusiasmo para lograr cosas grandes en la vida.

Entre los años 1920 y 1952 se realizaron 7 grandes expediciones que trataron de conquistar el Monte Everest, pero todas ellas fracasaron. En ellas hubo un hombre que participó en 6 de esas expediciones, Tace Norway. Él dijo que cuando alguien toma livianamente la conquista de una montaña tiene que pagar un alto precio.

En una de estas expediciones, su compañero George Fraise decidió caminar en las alturas de este monte sin abrazaderas, que son los clavos que van adheridos a las botas. Fraise decidió caminar de esta manera pero finalmente cayó desde una altura de 300 metros, y murió.

Tace Norway, es un hombre con mucha experiencia, que ha visto desgracia sobre desgracia, y en la última de sus expediciones en 1953, volvió a intentar conquistar el Everest con un grupo británico conducido por el coronel John Honk.

Él planeó meticulosamente su estrategia, viendo los errores pasados de los 120 alpinistas que intentaron subir anteriormente y fracasaron. Comenzó a planear hasta lograr entender de qué manera iba a conquistar ese pico que es el más alto del mundo.

El consideró que se necesitaban 2.5 toneladas de equipo y alimentos. Esto obviamente no podía ser llevado en carros pues había mucho hielo y no podían transportarlo ni por aire. Ello implicó que estas 2.5 toneladas tuvieran que ser cargadas por hombres y mujeres, lo cual era todavía más complicado porque tenían que recorrer una distancia de 290 km.

Todo lo anterior le llevó a entender la magnitud del proyecto. Él contrató entonces 300 personas solamente para llevar el equipo y alimento. Finalmente organizó su expedición y el 29 de mayo de 1953 Tace Norway y Edmund Hilary llegaron a la cima del monte Everest.

Con esta breve anécdota lo único que quiero mostrarte es algo: No bastó tener un gran deseo de conquistar la punta del Monte más alto; hubo una gran dedicación, un trabajo en equipo, hubieron grandes inversiones de dinero, de tiempo, de desgaste físico y emocional, inclusive riesgos.

¿No requerirá eso mismo y aún más, la tarea de formar una gran persona: un hijo? Para la educación de los hijos se requieren no solamente las ganas o el deseo de querer hacer las cosas bien.

Creo que todos los padres tenemos muy buenas intenciones para los hijos, pues la mayoría de los que somos padres queremos lo mejor para ellos, nos esforzamos, trabajamos y nos dedicamos a darles lo mejor.

Pero yo quiero decirte amigo, que educar bien a los hijos no solamente es el deseo, las intenciones y la fuerza que apliquemos, sino que se requiere estar viendo continuamente los errores, los fracasos de otras personas, y examinar sabiamente cómo edificar una familia.

Las estadísticas actuales sobre la familia nos dejan fríos. La gran mayoría están fracasando. Leamos algunas cifras conservadoras de países en América:

  • Las tasas de nacimientos ilegítimos han aumentado más del 400%, y las de divorcios se han más que duplicado.
  • Se prevé que más de la mitad de los nuevos matrimonios terminarán en divorcio.
  • El suicidio de adolescentes ha aumentado casi el 300%.
  • Uno de cada cuatro adolescentes contrae una enfermedad de trasmisión sexual antes de graduarse de la preparatoria.

Todos estos factores y muchos más dejan ver claramente el fracaso familiar de nuestros días.

Primer error: “la varita mágica”
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