¿Por qué es necesario un padre? - Parte II

Las niñas también necesitan un padre

Por: Dr. Salvador Cárdenas

En una ocasión conocí a una niña de aproximadamente 8 o 9 años, que estaba sumamente protegida por la mamá y tenía razón porque la zona donde vivían era complicada, era difícil y siempre la tenía en su casa, lo cual es correcto, sin embargo a la mamá le faltaba entender que finalmente su hija tendría que salir, no podría estar encerrada todo el día o toda la vida en su casa, entonces se tuvo una plática con el papá, éste era de un carácter fuerte, que naturalmente era líder en lo que él hacía y se le aconsejó que pasara más tiempo con su hija para que se viera positivamente influenciada por su forma de ser, él aceptó el consejo y con el paso del tiempo la niña adquirió el carácter necesario, no para estar solamente a la defensiva y cuidándose, sino que ahora sabe tratar con el mundo, lidiar, evitar los peligros y sabe cómo esforzarse para obtener algo, y esto es lo que hace un padre, lo que usted puede hacer con sus propios hijos, si usted le dedica tiempo a su hija o hijo que tiene un carácter más tímido, ¡cuánto bien produce a los hijos un padre que es cercano!

La relación del padre con sus hijos, hacen que éstos entren en contacto con el lado masculino del mundo. Los hombres y las mujeres son distintos, comen de manera distinta, se visten de manera distinta, huelen distinto, llevan la vida de distinta forma. Desde el punto de vista de estereotipos los padres hacen cosas de hombres y las madres cosas de mujeres, entonces es el padre el que va a enseñarle a sus hijos lo que es un hombre, lo que es un varón.

Las niñas y los niños que crecen con la figura de su padre se sienten más familiarizados y seguros con el mundo de los hombres. Esto es de suma importancia, principalmente para las niñas.

Las niñas que tienen un padre que participa en su vida, tienen más probabilidades de cultivar relaciones más saludables y de mayor confianza con jóvenes en la adolescencia y posiblemente con hombres en la edad adulta, es decir cuando el padre ha estado cerca de su hija, ella sabe y se siente familiarizada con el trato hacia los varones. Esto de debe primordialmente a que ellas tienen una mayor oportunidad de aprender de su padre, es decir entienden por experiencia qué comportamientos son inadecuados. El mismo papá al tratar a su propia hija, le está enseñando qué es lo adecuado y qué no es adecuado, cuáles son los límites y en dónde se sobrepasan esos límites.

Las niñas que se crían con un padre que participa en su vida, también se siente familiarizada desde un punto de vista saludable con el mundo de los hombres. Esas niñas cuando crecen y son jovencitas, no se preguntan qué sensación da la barba de un hombre, o cómo se sienten cuando son abrazadas por personas con brazos fuertes, por ejemplo.

Este conocimiento genera una estabilidad y seguridad emocional que las protegerá de hombres explotadores o predatorios, que andan buscando pasarse de listos con las jovencitas. Y cuando la jovencita, desde niña, ha estado familiarizada con el trato de su padre varón y él le ha enseñado límites que hay que respetar, de los cuales no se debe de pasar, ella misma sabrá poner límites en cualquier momento y circunstancia y es algo que podrá salvaguardar su integridad y evitarle que sea víctima de un abuso tipo sexual.

Los padres son los forjadores del destino
Condiciones Legales de Uso | Derechos reservados 2012 ©