¿Por qué es necesario un padre? - Parte II

El padre, fundamental para el desarrollo de los hijos

Por: Dr. Salvador Cárdenas

Un experto en asuntos de paternidad, señala que los niños que juegan más bruscamente con sus padres, aprenden que morder, patear, y otras formas de violencia física no son aceptables. También aprenden a tener un control sobre sí mismos cuando se les dice “¡basta!”, cuando ya está muy acelerado y muy entusiasmado en el juego, el padre de familia sabe poner tranquilidad y el niño se tranquiliza y se asosiega.

Los padres ayudan a los niños y niñas a aprender un equilibrio saludable entre la timidez y la agresión. Ellos necesitan la suavidad de su madre al igual que los juegos bruscos de su padre, ambos ofrecen seguridad y confianza de una forma muy propia cuando les comunican amor e intimidad física a sus hijos.

Por lo tanto, es un error grandísimo suponer que el padre de familia solamente debe delimitarse a que las cosas vayan bien en el hogar, en el sentido la comida, educación, la ropa, y que lo demás es un asunto de la mamá. Es decir, si usted como padre es solamente alguien que contempla de “lejitos” el desarrollo de sus hijos, pues sus hijos no aprenderán las muchas cosas que usted puede enseñarles, si usted no pasa tiempo con ellos. Si usted tiene un hijo varón y si no le enseña a que todo tiene límites y que aún en los juegos hay que guardar ciertas reglas, pues su hijo crecerá sin esa instrucción que usted debió de darle.

Por eso es importantísimo que usted dedique tiempo a sus hijos, a su familia. Quizás su hija sea tímida, cuanto bien le haría a su hija el relacionarse con usted, para que sepa enfrentarse al mundo, para que no le de miedo, que no esté llena de miedos, usted es el personaje adecuado para formar ese carácter tanto en el niño varón como en la hija.

No les quite a sus hijos esa gran oportunidad, que por medio de la cercanía con usted, puedan ellos aprender tantas cosas que son tan necesarias para el diario vivir.

Estemos conscientes de una cosa: los hijos ocupan tanto la influencia de la mamá como la del papá.

Además el padre con su cercanía crea confianza en sus hijos. Vaya usted a cualquier parque de juegos y escuche a los padres allí presentes con sus hijos, ¿quiénes son los que motivan a los niños a columpiarse o a trepar un poco más alto, andar en bicicleta un poco más rápido o a lanzar la pelota con más fuerza? No son las madres las que normalmente hacen esto, sino los papás que están motivándolos constantemente, enseñando a sus hijos a jugar. Esto produce en los niños una gran confianza, que es de suma importancia para la vida de los pequeños. Mientras que podemos ver que la madre se inclina más por el cuidado y la precaución.

Papá, entrenador por excelencia
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