¡Un grito de angustia!
 

El dolor del rencor
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Muchos llevan una herida de rencor, resentimiento, una tristeza profunda inexplicable, cambios en la conducta, una sobrecarga en sus mentes de tanto pensar en el daño que sufrieron.

La doctora nos describe un joven de 24 años que comúnmente fue ignorado y rechazado por su familia, esto ocasionó que este joven viviera en las calles de su pueblo y a veces en tutelares de menores pasaba la noche por faltas que había cometido. Él observó como su padre peleaba con su madre hasta que el padre abandonó la casa. El padre frecuentemente lo criticaba y hería. No solamente eso, sino también utilizaba al joven para herir a su madre y ella usaba el mismo joven para herir a su esposo. Él fue objeto de la pelea constante entre sus padres, entonces decidió dejarlos y anduvo en las calles. Intentó el suicidio, sin embargo, no lo logró.

La herida, el rencor y el resentimiento es muy profundo cuando un joven no es amado y es rechazado por sus padres.

¿Cuántos jóvenes el día de hoy quieren intentar el suicidio para “escapar” de esos sentimientos de rechazo que aprisionan su alma?

Otro joven también intentó el suicidio porque se sentía ahogado porque necesitaba atención. Su padre era un hombre duro con él, constantemente le encontraba faltas y errores, le llamaba la atención en una forma dura y violenta, abusaba de él de forma emocional diciéndole palabras sumamente ofensivas que fueron clavándose como flechas en su corazón y cada vez que las recordaba, sangraba su corazón.

Marion Crook encontró también los siguientes patrones de conducta:

La familia es causa principal de que muchos jóvenes quieran suicidarse. Esto sucede cuando no hay integración familiar, cuando papá no cumple con su papel de padre, cuando mamá no tiene esa cercanía con sus hijos, cuando hay pleitos frecuentes, palabras abusivas, violencia en el hogar, alcohol excesivo; cuando hay drogas, adulterio y demás problemas familiares.

Los jóvenes hablaban de lo siguiente:

Su necesidad de sentirse parte de su familia, de querer compartir sus perspectivas de la vida. Ellos decían: “yo quiero una familia con la cual pueda compartir mis problemas, mis perspectivas de la vida, sentir que pertenezco a una familia, la necesidad de comunicarme con alguien, la necesidad de tener un propósito para qué vivir, la necesidad de poder controlar mis emociones.”

¡Qué importante es la familia!
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