¿Por qué es necesaria la disciplina?
 

Principios básicos para instruirlos
 

Por: Ing. Gilberto Sánchez

A continuación enlistaré una serie de aspectos básicos en la formación o crianza de los hijos:

a) A los niños hay que instruirlos

Esta palabra de “instruir” tiene una connotación de entrenar, de estrechar, es decir, de conducirlo, “por aquí te vas, hijo mío”, “por aquí es el camino por el que debes de avanzar, a lo mejor hacia allá se ven los campos llenos de flores, los árboles frondosos, se ve todo muy bonito, pero por ahí no es el camino, es por acá”.

Y el camino pudiera estar empedrado, muy difícil, muy áspero, porque no ofrece mucha diversión, tal vez, porque cuando a una persona se le está disciplinando la realidad es que no hay un gozo en ese momento, la persona está siendo sometida a una disciplina para formar un carácter, y eso no puede ser divertido, puede ser incluso hasta pesado y cansado.

Y puede ver el otro camino, donde se ven las flores, los arroyos, puede haber mucha diversión y puede verse muy bonita la situación, pero ese es un camino que no te va a formar, que cuando termines de andar por ese camino te vas a encontrar con una sequía, y que no va a haber dónde comer, más sin embargo el que fue formado en su disciplina, en la conducta encontrará que esa misma disciplina le ayudará a soportar situaciones muy adversas y no desviarse a situaciones para tomar decisiones imprudentes, le permitirá ser una persona centrada, madura, eso es lo que hay que buscar.

Recuérdalo siempre, padre de familia, limitar, disciplinar es proteger.

Hagamos la comparación de instruir a un hijo, con un hombre que tiene un taller mecánico y es un experto mecánico, y que quiere instruir a su hijo en la profesión de mecánico, para que sepa lo que se hace en una mecánica.

Y lo primero que hace es enseñarle lo que hay en un taller. “Aquí están lo aceites, los diferentes tipos de aceites, este es para carros, este es para camiones, este es para la transmisión, este es un motor en ocho, este es un motor de cuatro”.

Le empieza a enseñar las diferentes partes del carro, de los camiones, empieza a hacer la diferenciación, le enseña la herramienta de trabajo, “esta es una broca, este es el taladro, esta es la llave stilson, este es un martillo, este es un desarmador, etc.”

Le instruye en el conocimiento teórico, después lo que sigue es la práctica, el padre toma las herramientas, agarra el carro que reparará y empieza a desarmarlo en la presencia del muchacho y le va explicando y el muchacho está aprendiendo viendo el ejemplo del padre. Y ya que una vez el muchacho entendió, el padre le pasa la herramienta, el muchacho las toma, y empieza a trabajar con la supervisión y dirección de su padre.

Eso es básicamente la acción de instruir, es decir, la enseñanza teórica y después la práctica, hasta que logra dominar toda la sesión de trabajo.

Eso es lo que todo padre debe de hacer. Y cuando el hijo empieza a ser descuidado, negligente, entonces se aplica una disciplina, se da un castigo con el propósito de que el joven entienda que no puede estar jugando, que puede surgir un accidente y que puede dañarse a sí mismo.

b) Evitar que en ti -padre o madre de familia- haya cualquier cosa que pueda ser peligroso que tus   hijos imiten.

Tú debes de ser ejemplo, una persona ejemplar en lo que tu estás enseñando. Si tú enseñas que no hay que mentir, tú no puedes mentir; si tú enseñas que tus hijos no deben de beber: padre, no puedes beber.

Porque si tú bebes, y tú les prohíbes beber, el día de mañana lo van a hacer, ellos harán caso de lo que tú haces, no de lo que tú les digas.

Y si el día de mañana tu hijo está embriagado, a lo mejor tu dirás “pero yo nunca me embriagué, yo sabía tomar, yo no le enseñe a mi hijo a embriagarse” No, tú no le enseñaste a embriagarse, pero él no tuvo el dominio propio ni la fuerza de voluntad que tú tenías, y tú sin saber esto, lo expusiste a beber, y ahora él se embriaga, y tienes un problema muy serio en casa, por el mal comportamiento de tu hijo.

Si usted no es ejemplo, no podrá jamás educar a sus hijos. Si usted sabe que no está siendo un buen ejemplo, tiene que cambiar de actitud, si es que usted ama a sus hijos realmente y quiere ayudarlos.

c) Evite todo tipo de conversación que no sea correcta sobre cualquier tema que pueda llevar a sus hijos  a  ser personas criticonas o de mal espíritu.

Qué terrible es ese ambiente en donde los padres se quejan delante de sus hijos de otras personas o de su cónyuge. Es decir, el papá habla mal de su esposa a los hijos, o la mamá habla mal de su esposo.

Los hijos serán criticones y de mal espíritu, tendrán muy malas actitudes y después estarán hablando mal de usted, con sus amigos o con otros familiares, porque eso es lo que están aprendiendo. Usted debe de aprender a ser un padre o madre que da ejemplo en hechos y en palabras.

d) Los padres deben evitar estar en desacuerdo sobre cómo van a educar a los hijos.

Tienen que estar bien de acuerdo cómo se van a educar a los hijos, de otra manera los hijos estarán recibiendo doble señal; papá dice una cosa y mamá dice otra, ¿quién tiene la verdad?, ¿quién manda aquí? Tienen que estar en un acuerdo para que el joven no se esté evadiendo de sus responsabilidades: papá me dijo que no, pero mamá me va a decir que sí, o al revés.

e) Evitar toda parcialidad o favoritismo al educar a los hijos.

Usted no puede tener preferidos. Si usted así lo hace, y prefiere a uno sobre otros, al rato sus hijos serán enemigos y muchos de ellos llegan a ser enemigos de muerte. Porque aborrecerán a usted y al hermano que usted apreciaba.

El que usted tenga favoritos, es hacer acepción de personas, es ser injusto, que lo único que está haciendo es dañar al hijo que usted no prefiere. Y al que prefiere, muchas veces, lo envanece, lo lleva a ensoberbecerse a creerse algo que no es, y también ese muchacho se va a desviar del camino, creerá que como es el favorito, tiene derecho a todo.

f) Evite cualquier cosa que pueda disminuir el respeto de sus hijos por cualquiera de los padres.

Sus hijos deben aprender a respetar tanto al papá como a la mamá. No puede permitirse ningún lujo de que un hijo le falte el respeto, y que quede sin castigo. Desde el momento en que sus hijos le faltan el respeto a los padres, y usted lo permite, el muchacho ya no tendrá autoridad ni límites.

La autoridad que Dios puso sobre ellos, que son sus padres, si ellos ya no la respetan, ya no habrá quién les ponga límites. No permita que le falten al respeto.

g) Evite infundir en ellos el amor al dinero.

¿Por qué cree usted que la sociedad de hoy en día tiene tantos problemas? Si usted se pone a meditar el por qué de tanto fraude, de tanta corrupción, las situaciones de violencia que estamos viviendo a nivel nacional, es por una razón: el amor al dinero.

Vivimos en una sociedad que ama al dinero y lo quiere a toda costa, y como no hay suficiente para todos, pues hay que buscar la manera de alcanzarlo.

Enséñeles a sus hijos a que no amen al dinero. Sí, enséñelos a trabajar y a ganarse el dinero, pero que no lo amen, sino que aprendan a valorarlo como algo útil y provechoso para la vida.

Ellos deben de tener otras expectativas y otras maneras de llenar sus vidas, tener otros satisfactores y estar contentos con otras cosas. Que nunca el amor al dinero esté por encima de sus valores morales.

h) Guárdelos de cualquier mala influencia que los esté rodeando.

Hemos oído de casos terribles porque los papás dejaron a los niños con alguien que no conocían y los violó, esta es una realidad que hay que considerar.

Muchas de las violaciones se dan entre personas que conocían a la familia y entre los mismos familiares. Tenga mucho cuidado con quién deja a sus hijos, una violación le va a destruir la vida a su hijo. Tenga mucho cuidado con lo que ven sus hijos en la televisión, supervíselos, tenga cuidado de lo que ven sus hijos en Internet. Tenga cuidado con las amistades de sus hijos, porque usted no sabe con qué clase de personas se esté relacionando.

i) Sea una persona que cumpla su palabra.

Si promete algo, cúmplalo, así sus hijos tendrán un estándar y podrán respetarlo y darle su lugar, porque saben que es una persona que cumple.

Si usted va a regañar o amonestar a sus hijos, no lo haga bajo una actitud molesta. A los hijos se les disciplina por la desobediencia o por las faltas que cometen, no porque papá esté enojado o porque se levantó de mal humor ese día. Debe de haber una conducta bien establecida: “Por cuanto no hiciste las cosas, viene el castigo, no porque yo me sienta mal”.

j) Sea honesto, íntegro en sus palabras y justo al dar sus puntos de vista.

Usted no puede alterar las cosas o mentir o cometer injusticias con tal de salirse con la suya. A veces los jóvenes hacen recomendaciones como: “No es justo lo que tu estás diciendo, papá”, yo te pido que reconozcas esto, los padres deben de ser muy sensibles, y si se equivocaron, reconocerlo y rectificar si es necesario.  Con esto sus hijos se darán cuenta que usted está comprometido con la justicia, no consigo mismo.

k) Prepárese como padre de familia

Si usted no tiene la capacidad para enseñarle muchas cosas, usted debe de instruirse. Instrúyase, los muchachos se van a acercar y preguntarán muchas cosas y usted debe de estar preparado para responderles, que los convenzan de la realidad que están viviendo, que le resuelvan su inquietud de una manera satisfactoria para que ellos puedan obedecerlo de corazón.

l) Sea honesto en su conducta

Si usted quiere que sus hijos se levanten temprano, usted levántese temprano; si usted quiere que sus hijos no coman entre comidas, usted no lo haga; si usted no quiere que sus hijos fumen, usted no fume. Tiene que concordar lo que usted dice con lo que hace y ese será el mejor ejemplo para sus hijos.

Termino mencionando una parte de las Sagradas Escrituras que dice: “Instruye al niño en su camino, y aún cuando fuere viejo, no se apartará de él”. Proverbios 22:6

Instruya a su hijo, entrénelo, estréchelo, fórmelo. Batallará en un principio, pero si lo hace bien, aún cuando fuere viejo, no se apartará de él. Es decir, lo que usted le enseñe, bien aprendido, no se le olvidará jamás y será un descanso para usted el saber que formó a un hijo que puede ordenarlo, mandarlo y que será obediente y feliz y estará protegido.
 
Si no instruye al niño, él andará por un mal camino y aun al crecer y llegar a la vejez, no se apartará de él.

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