El sentimiento de culpabilidad
 

Las consecuencias de vivir egoístamente
 

Por: Ing. Gilberto Sánchez

Se pueden tomar muchas posturas ante el sentimiento de culpabilidad. Una de ellas es que las personas se sienten muy mal pero no actúan, viven permanentemente con ese concepto de no haber hecho bien las cosas y son infelices en sus vidas. Hay quienes se endurecen –lo que es peor- y hacen a un lado esos sentimientos, esa conciencia y dicen: “yo estoy bien y que nadie me diga nada; los que están mal son todos los demás”.

Cuando alguien quiere hablar con este tipo de personas y decirles que corrijan su camino, se enojan, gritan, vociferan, incluso pueden hasta agredir a los demás, porque están pensando en lo suyo. Cuando usted le dice a una persona algo en lo cual está mal y que su misma conciencia lo está acusando, estalla, porque sabe que le están diciendo la verdad. Sabe que está mal, pero no quiere cambiar, ya está encarrilado en una forma de pensar y de ser.

Hemos entendido que el sentimiento de culpabilidad viene por llevar una vida fuera de las normas morales, de toda conciencia y de todo sentido común; por llevar una vida sin amor y no servir desinteresadamente. Por eso las personas se sienten mal y eso las persigue por muchos años. Aquellas personas que llegan a olvidarse de su conciencia y de los valores morales, se vuelven insensibles y se convierten en peores personas.

Ese sentimiento de culpabilidad está llevando a muchas personas a la depresión y, en casos extremos, al suicidio. Mucha gente puede decir: “Diviértete, pásatela bien, te pongas límites, no tengas freno. La ley fue hecha para romperse, las reglas son para violarse”. Usted puede dejarse llevar por ese tipo de comentarios y decir: “Es mi vida, yo hago lo que quiero, mientras no mate a nadie; yo no trafico, así que los malos son otros, yo estoy bien”.

Al vivir así se obtienen consecuencias en la vida, esto no es gratis. Todos tenemos una conciencia que realmente nos pone un freno, un alto en nuestras actitudes y conductas, con el propósito de cuidarnos para que no hagamos cosas imprudentes de las cuales después nos tengamos que arrepentir.

Hay estadísticas muy alarmantes de la Organización de las Naciones Unidas: se habla de que la enfermedad de la depresión va a ser la número dos en 10 o 15 años. Es decir, dentro de quince años la segunda enfermedad que más van a padecer las personas va a ser la depresión; todo por la forma en que se está enseñando a vivir a las generaciones actuales: sin respeto y sin límites.

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