El sentimiento de culpabilidad
 

Amar, el ingrediente para ser feliz
 

Por: Ing. Gilberto Sánchez

Antes, los problemas escolares eran que los niños no asistían, estaban masticando un chicle o habían aventado un papelito. Hoy en día, las cosas son muy distintas. En las noticias han aparecido casos terribles de jóvenes que asesinan a sus compañeros, maestros y hasta directores de escuela.

Esto que no se veía antes tiene una causa: el invitar a las personas a vivir fuera de los principios morales. Nuestros jóvenes se están envileciendo, están tomando conductas que ni siquiera nos imaginábamos y que están poniendo en riesgo sus propias vidas y las vidas de los demás. Es muy obvio que después vienen sentimientos de culpa muy terribles y los jóvenes prefieren quitarse la vida. Todo eso está llevando al mundo a deprimirse.

¿Por qué? Porque no nos estamos amando, estamos viviendo de manera muy egoísta y eso va a traer sus consecuencias. Aquellas personas que no están deprimidas o que no han llegado al suicidio, están viviendo unas vidas muy insatisfechas, sin propósito, sin rumbo, sin orientación y sin dirección alguna.

Padres que están peleados con los hijos, hijos que están muy enemistados con los padres, vecinos que no se pueden hablar, familias desintegradas, problemas laborales serios por la conducta de las personas, estudiantes que no estudian, que no aprenden, que son rebeldes. Cuando el ser humano no ama, deja de vivir esa vida plena y llena de libertad que Dios tiene preparada para él; se vuelve egoísta, ensimismada, no piensa en los demás, y por querer buscar su propia felicidad daña a otros. Después vienen los sentimientos de culpabilidad por tomar malas decisiones.

Amar y ser amado sería una vida preciosa, eso es realmente lo que se tiene preparado para el ser humano, una vida en donde él ame y sea amado. Más que una vida de rectitud moral, de respeto y justicia, se cosecharía amor, porque si usted ama lo que le va a venir es amor. Pero si usted siembra egoísmo, lo va a cosechar después en el rechazo de la gente, lo van a aborrecer, le van a pagar con la misma moneda y podrá haber gente que quiera vengarse de usted.

Vivir sin amar y respetar a los demás es encadenarse a una conciencia acusadora, que le incomoda, que le hostiga, que a cada rato le recuerda sus malas decisiones y todo el daño que ha causado a sus semejantes. Eso es lo que pasa cuando no se ama, cuando se vive fuera de los principios morales.

Si usted decide egoístamente no amar y quiere buscar su felicidad a como de lugar, al rato va a sufrir las consecuencias: le va a venir un cargo de conciencia y un sentimiento de culpa muy grandes al ver como sus hijos no lo aman o su esposa no lo respeta. No digo que en ese caso ellos estén bien, pero eso es lo que usted está cosechando.

Puede ignorar la voz de su conciencia que le dice que está mal y puede, con falsos argumentos, justificar sus malos actos; puede ignorar el sentimiento de culpa o pensar que la culpa es de los demás, mucha gente hace eso para evadirse. Podrá enojarse, gritarle a los demás, incluso golpearlos y abusar de la gente para imponer su criterio.

Usted puede hacer eso si quiere, pero sinceramente no se lo recomiendo, porque cada día, cada mal acto  lo irá convirtiendo en un ser humano cada vez más insensible, cruel y egoísta, el cual destruirá todo a su paso. Hasta que finalmente se quede solo, hundido en un pozo de desesperación  e insatisfacción del cual no va a poder nunca salir. Le invito a que busque salir de ahí para que pueda vivir una vida de amor, porque esa es la única manera en la que puede quitar ese sentimiento de culpa.

¿Qué hacer frente al remordimiento y la culpabilidad?
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