El sentimiento de culpabilidad
 

¿Por qué viene el sentimiento de culpabilidad?
 

Por: Ing. Gilberto Sánchez

Innumerables jóvenes buscan su felicidad en relaciones sexuales antes del matrimonio, argumentando que “los tiempos han cambiado, ya estamos en otras épocas, ya hemos madurado como sociedad. Debemos desatarnos de esos lazos morales decadentes e inútiles como la virginidad y la castidad, lazos morales que no nos dejan vivir nuestra vida en libertad”.

Con argumentos como estos, a los jóvenes se les da rienda suelta: “Déjalos que vivan como ellos quieran, ellos deben experimentar, vida sólo hay una, que vivan y sean felices, que hagan lo que sus pasiones desean”. ¿Cuál es el resultado? Miles y miles de jóvenes que lo único que encuentran son embarazos no deseados, abortos, enfermedades sexuales, vidas truncadas, echadas a perder, vacías, insatisfechas, llenas de remordimiento y de culpabilidad.

Por eso, muchas personas tienen ese sentimiento de culpa, porque se han dado cuenta de que han vivido sus vidas de una manera incorrecta: se dan cuenta de que no han amado.

Por ejemplo, el marido que decidió el divorcio y se consuela con la otra mujer, en su corazón hay un sentimiento de dolor porque sus hijos están abandonados. Yo he platicado personalmente con hombres que me han dicho: “es muy doloroso porque mis hijos allá están abandonados, aquí ya tengo otra familia, pero, ¡qué terrible es cuando hay fechas de celebración y uno siente el dolor de no poder estar con todos los hijos”.

Entonces, vienen esos sentimientos de remordimiento, de culpa, de que no se hicieron bien las cosas, de que por estar pensando en su propio deseo y placer no meditaron bien la situación, se dejaron llevar por sus impulsos y no por la razón.

Cuántos jóvenes hoy se encuentran muy agobiados porque tienen un embarazo no deseado y no saben qué hacer con sus vidas, se acabó su carrera o ya no pueden seguir estudiando. Muchas mujeres están en terribles depresiones debido a que cometieron un aborto y ahora no pueden con la conciencia, sienten grandes y profundas raíces de culpabilidad, no encuentran la respuesta para su vida y llegan, lamentablemente, a pensar en el suicidio.

¡Que terrible es esa vida! La persona se siente agobiada y abrumada, ¿por qué? Porque, en resumidas cuentas, no ha amado. Según lo que estamos aprendiendo hoy es que una persona no ama cuando vive de manera egoísta, buscando su propia felicidad equivocadamente y pensando sólo en sí misma. Para este tipo de personas su felicidad está en que otros los amen y no en amar a otros.

Es entonces cuando viene un sentimiento de culpa y de remordimiento, que lo hace sentir mal. A lo mejor pasan años y, aquel muchacho que abandonó a la joven y no la volvió a ver, ya es grande y recuerda aquella mujer y al niño que dejó abandonados. Son remordimientos muy fuertes, son sentimientos de culpabilidad, porque no se pueden perdonar lo que hicieron.
Las consecuencias de vivir egoístamente
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