Por: Ing. Gilberto Sánchez

Vamos a hablar de un tema muy importante que hoy en día afecta a las personas en general y a las familias: la pornografía y sus efectos. Hay muchas frases que buscan justificar la pornografía, una muy común dice que el admirar a una mujer es como admirar a una bella flor o un hermoso atardecer.

A veces, cuando se tocan estos tipos de temas polémicos, hay personas que sacan argumentos como: “Mira, pues finalmente vamos a admirar una mujer, es todo, es un cuerpo humano, no tiene nada de malo, es como ver el bosque o un atardecer.”

Quisiera empezar este programa mencionando el testimonio de un joven, del que no mencionaré su nombre por respeto: hace algunos años conocimos el caso de un joven universitario, educado con principios morales; una persona culta. Un día se encontraba haciendo su tarea en Internet cuando, de manera accidental, se abrieron unas páginas en las que aparecieron fotografías de mujeres en traje de baño. Por un momento el joven se sintió turbado e incómodo y trató de cerrar las páginas.

Después de estar batallando para cerrarlas, lo logró. Cabe mencionar que en el momento que estaba tratando de cerrarlas se le abrían otras, de manera que durante cierto rato estuvo batallando. El joven hizo a un lado eso y siguió trabajando en su investigación, pero algo se había despertado dentro de él, se había quedado con una inquietud y había experimentado una sensación de un placer.

Con el paso de los días esa inquietud fue mayor y le despertó una curiosidad que lo llevó a abrir esas páginas; de manera voluntaria él comenzó a buscarlas. Las veía en su computadora, las ponía como adornos o como protectores de pantalla y dejó de sentir esa incomodidad, dejó de escuchar a la conciencia que le decía que no era correcto.

Pasó el tiempo y, lejos de aminorar esta inquietud en el joven, empezó a crecer. De hecho, la primera imagen ya no le parecía atractiva así que empezó a buscar otro tipo de fotos, pues esa sensación que había experimentado se volvió monótona. Empezó a cambiar y a buscar cosas más profundas; al rato, el joven comenzó a buscar pornografía explícita, lo que se conoce como pornografía dura o triple X.

Pasado el tiempo, el joven ya no se sentía a gusto con eso, por lo que buscó fotografías más grotescas para experimentar más fuertemente ese tipo de sensaciones y placer. Con el tiempo, esas sensaciones desaparecieron y entonces comenzó a buscar ya no fotografías o revistas, sino videos. Así, las sensaciones que él experimentaba se volvieron más fuertes e intensas.

De esta manera, el joven fue pasando de nivel en nivel hasta que llegó a involucrarse con muchas mujeres. Después de pasar por casinos, por lugares donde las mujeres bailan y se desvisten, donde se ve la pornografía en vivo, se enredó en una vida sumamente destructiva.

Empezó a andar con muchas mujeres, a tener diversos contactos de tipo sexual y a contagiarse de enfermedades de transmisión sexual. Hubo embarazos no deseados, abortos, etc; cayó en cosas muy terribles, que no tiene caso mencionar en este programa. Esas situaciones lo llevaron a perder su dignidad y a tener un gran vacío y una depresión, incluso, a pensar en el suicidio. Todo comenzó por el simple hecho de haber visto una fotografía de una muchacha en bikini.