El valor permanente de la familia

 

Fuente de bienestar y deleite
 

Por: Lic. José Eduardo Alvarado

La familia, pues, tiene un valor y éste es inmutable, es decir, siempre ha sido el mismo, es un valor permanente. Según el Diccionario Enciclopédico Quillet, es el grado de utilidad o aptitud de las cosas para satisfacer las necesidades o proporcionar bienestar o deleite. Esta definición nos lleva a pensar algo: hay valores que tienen una aptitud más grande para producir mayor cantidad de bienestar o deleite.

Por otro lado, la familia no es sólo un valor, sino uno permanente. Respecto de lo que es permanente, citando la misma fuente bibliográfica podríamos decir que es algo que se mantiene en el mismo lugar sin mutación, sin cambio.

De acuerdo a esta definición, podríamos decir en relación a la familia que ésta no es sólo un gran valor que produce bienestar y deleite, sino que además no cambia, se mantiene.

Pensando en la gran crisis de valores que vivimos en nuestros días, en una sociedad donde la gente a lo malo le dice bueno y a lo bueno malo, debemos concebir a la familia como ese lugar en el que el padre encuentra su identidad, porque ahí encuentra el mejor lugar para sentirse a gusto y además producir bienestar a los de su casa.

Lo mismo diríamos de la madre, en el sentido de que es en el hogar en donde ella va a sentirse plena y realizada, llevando a cabo aquellas cosas que los demás miembros van a apreciar. Esto le hará sentirse satisfecha y que disfrute el hacerlo.

Lo mismo diríamos de los hijos, es decir, que en la familia ellos se sentirían comprendidos, amados, satisfechos de su necesidad de protección y cuidado, y al mismo tiempo encontrarían el lugar en el que aprenderían también a dar afecto y amor.

El sumo valor de la familia y su característica de inmutabilidad nos hace pensar que la familia debe seguir permaneciendo hoy, mañana y siempre.
Causas del derrumbe de la familia
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