El miedo
Viviendo bajo la sombra del pasado

 

Resistencia al sufrimiento e instintos humanos
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

La resistencia al sufrimiento es otro fundamento psicológico del miedo. Generalmente pensamos que la desdicha o la felicidad dependen de lo penoso o exagerado que sea un acontecimiento. Los hechos son neutros, somos nosotros mismos los que le damos un significado.

         Esto nos recuerda al emperador y filósofo romano Marco Aurelio, quien apunta en el mismo sentido diciendo: “Si algo exterior te atormenta, observa que no es la causa externa lo que motiva tu tormento, sino la manera que tienes de considerarlo, manera que puedes cambiar en cuanto te lo propongas, con lo que cesará tu tormento.” Tenemos voluntad de escoger entre hacer el bien y hacer el mal.

         Tendemos a resistir el dolor y el sufrimiento, ya sean físicos, psíquicos o espirituales; sin embargo, el dolor físico indica que hay algo mal en nuestro organismo y debemos remediarlo. De igual manera, la consciencia nos indica que hemos hecho algo mal y sentimos un dolor moral, llamado remordimiento, que nos incita a enmendar nuestra conducta.

         No debemos temer enfrentar estos dolores, al contrario, hay que acogerlos, penetrarlos e intentar descubrir su significado, el que en última instancia nos resultará beneficioso. Asimismo, el deseo y la ambición son grandes generadores de miedo, miedo a perder lo que tenemos o a no alcanzar todo por nuestro esfuerzo. A menudo, al mirar estos deseos no cumplidos nos felicitamos por no haber logrado lo que deseábamos.

         El deseo en sí mismo no es necesariamente negativo, se puede sentir un deseo de mejorar en el aspecto humano, de superarse en la vida. Lo importante es no apegarse a lo que se posee porque se suscita el miedo a quedar desposeído.

         Conviene examinar otro enfoque a este sistema, presentado por el notable psiquiatra italiano Roberto Ciccioli. De acuerdo con él, existen cinco tipos principales de miedos, que son el fundamento de los cinco instintos básicos:

  • Instinto de conservación que tiene como raíz el miedo a la muerte.
  • Impulso sexual que surge del miedo a la soledad y de la sensación de estar incompletos.
  • Miedo que experimenta la persona al sentirse débil e inseguro, lo que lo induce a buscar apoyo y seguridad en sus asociaciones con los demás.
  • Tendencia de autoafirmación, esto podría parecer el polo opuesto del miedo, pero en un análisis profundo se mostró que su raíz es el miedo a no ser apreciado, reconocido o valorado y, por consiguiente, de no disponer de todo el poder que desearíamos tener sobre los demás.
  • Tendencia a indagar, placer de saber, suscitado por el miedo a lo desconocido.
Un compaņero fiel
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