La nicotina, los adolescentes y sus efectos a largo plazo

 

Efectos malignos a corto y largo plazo
 

Hay efectos malignos a corto plazo y la lista es muy amplia, incluye:

  • mal olor de boca,
  • dientes y dedos manchados,
  • pérdida de apetito,
  • reducción de la función de la papila gustativa en la boca,
  • confusión mental,
  • mareos,
  • tos crónica,
  • falta de respiración,
  • dolor en el pecho y garganta,
  • supresión del sistema inmunológico,
  • bronquitis crónicas,
  • resfriados,
  • gripas,
  • infecciones de sinusitis,
  • reducción de la fertilidad en los hombres,
  • incremento del riesgo de que las mujeres tengan sus bebés antes de tiempo y que nazcan con bajo peso,
  • e incremento del riesgo de abortos espontáneos.

         En Estados Unidos, 65 millones de americanos usan productos de tabaco y cada año casi 500 000 de éstos mueren. El tabaco es la principal causa de muerte que se puede prevenir en Estados Unidos y en muchos países de habla hispana.

         Las mayores consecuencias y enfermedades médicas relacionadas con el uso del tabaco son las siguientes:

         Cáncer: los porcentajes promedio de muerte por cáncer son dos veces más altos entre fumadores que entre no fumadores y 4 veces más altos entre fumadores de alto consumo que entre no fumadores.

         El fumar está asociado con cánceres de la boca y lengua, faringe, laringe, esófago, estómago, páncreas, hígado, riñones, uretra, vejiga, recto y las glándulas del sistema linfático. Las mujeres que comienzan a fumar en los primeros 5 años de la pubertad tienen un riesgo elevado de adquirir el cáncer.

         Cerebro: recientes investigaciones muestran que fumadores de ambos sexos entre 18 y 49 años son 3 veces más susceptibles a hemorragias cerebrales que los no fumadores.

         Enfermedades pulmonares: el fumar causa cáncer de pulmón, lo cual en 1986 sobrepasó al cáncer de seno como el tipo de cáncer más prevaleciente en las mujeres, según la Asociación Americana del Pulmón.

         Bronquitis crónica: eleva la severidad del asma y tiene que ver con el 90% de las muertes por enfisema, un defecto pulmonar caracterizado por el daño y destrucción de las cavidades de oxígeno del pulmón.

         Enfermedades cardíacas: fumar causa aproximadamente el 30% de las muertes atribuidas a enfermedades cardíacas y vasculares, así como enfermedades relacionadas con el ritmo cardíaco.

         Varios agentes químicos en el humo del cigarro son los culpables: el monóxido de carbono reduce la capacidad de la sangre para distribuir oxígeno y la nicotina estimula la secreción de epinefrina, la cual eleva el ritmo cardíaco y la presión sanguínea.

         Ya que el corazón es un músculo que requiere una rica fuente de oxígeno para bombear la sangre por todo el cuerpo, el corazón del fumador necesita trabajar más con menos oxígeno para ejercer su función. El humo del cigarrillo es tóxico para la pared interna de los vasos sanguíneos.

         Investigaciones recientes nos dicen que fumadores que experimentan un ataque al corazón son menos propensos a sobrevivirlo que personas que no fuman, y el riesgo de un segundo ataque de corazón se incrementa dramáticamente si la persona continúa fumando.

         Osteoporosis: hemos sabido por muchos años que mujeres que fuman frecuentemente tienen más probabilidades de desarrollar osteoporosis, esto es huesos frágiles y fácilmente fracturables. Los hombres que fuman tienen una menor densidad mineral en los huesos, un factor para la osteoporosis, y experimentan un alto riesgo de curvatura de la espina dorsal.

         Ojos: fumar daña las células de la retina y puede llevar a un deterioro irreversible y ceguera. El fumar triplica el riesgo de maculopatía, enfermedad que se relaciona con la edad, también conocida como degeneración senil macular; la maculopatía daña parte de la retina utilizada para observar pequeños detalles. Fumadores que consumen el equivalente a 4 cervezas de 12 onzas o de 350 ml. tienen 6 veces más probabilidades de desarrollar la maculopatía.

         Piel: fumar disminuye la cantidad de sangre que va a las superficies externas de la piel, lo cual puede explicarnos porqué los fumadores tienden a tener más arrugas y aparentan más edad que los no fumadores.

         Función sexual: un reporte recienten indica que hombres que fuman más de 20 cigarrillos al día tienen 60% más de probabilidad de experimentar problemas de erección que hombres que nunca han fumado. Hombres que fuman menos de 10 cigarrillos tienen el 16% más de probabilidad.

         Salud mental: adolescentes y jovencitos que fuman tienen más probabilidad de desarrollar agorafobia, el miedo a espacios abiertos, desórdenes de ansiedad general, miedo a tener sentimientos de pánico y evitar situaciones que puedan causar miedo y desórdenes de pánico.

         Los estudios también muestran que los adolescentes fumadores son más propensos a estar más deprimidos que los no fumadores. La pregunta es ¿la depresión lleva a fumar o el fumar lleva a la depresión? No estamos seguros, pero si sabemos que si fuman tienen más probabilidades de experimentar depresión.

Humo secundario y lateral
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