Cuando los niños y adolescentes son víctimas de abuso físico, sexual o emocional, presentan malos comportamientos; tienen mucha dificultad para obedecer cualquier autoridad, ya sea en la casa, en la escuela o en la calle, les es muy difícil obedecer las reglas. No pueden relacionarse con los demás porque sus comportamientos son agresivos, tienen mucha dificultad para relacionarse con la gente y para hacer amigos.

         Los niños y adolescentes con problemas de conducta pueden manifestar algunos de los siguientes problemas de comportamiento, por ejemplo, agresión hacia las personas, constantemente molestan a manera de pleito a los demás, los intimidan o amenazan, les gusta pelear y buscar el pleito y después ellos mismos se meten en problemas, son golpeados y a veces hasta heridos.

         Usa medios para hacer daño a los demás, coge un palo, un ladrillo, una piedra, quiere dañar todo porque trae una rebeldía por dentro. Tal vez agarra una botella rota, un cuchillo o algo, está buscando la oportunidad para destruir algo físico, una persona, un objeto, un carro, un mueble o algo para hacer una travesura. Es físicamente cruel con las personas.

         Les es fácil meterse en pandillas y asaltos. A veces vemos a los pandilleros y nos preguntamos, ¿por qué son así? Todo eso empezó en casa, ellos son el reflejo de tantos problemas que vivieron. Estos niños empiezan a buscar a la pandilla, a usar armas u obligan a otros a llevar a cabo una actividad sexual, por eso terminan las jóvenes embarazadas y los muchachos se meten fácilmente en problemas. Eso no es todo, también les gusta destruir la propiedad, con tal de hacer una maldad, destruyen la propiedad de otros o rayan las paredes, lo que conocemos como graffiti. Eso es la expresión de la rebeldía que los muchachos llevan dentro.

         Mienten para obtener las cosas, para obtener favores, para evitar obligaciones, cualquier cosa la obtienen mintiendo; roban en las tiendas, se roban las llantas, les es fácil entrar a las casas a tomar algo, roban en cualquier lugar. Vemos las tutelares llenas de jóvenes que empezaron robando una cosa pequeña y terminaron robándose un carro o algo de mayor valor.

         A estos jóvenes también les es fácil violar las reglas de cualquier autoridad, no quieren estar sujetos a ninguna autoridad o regla, se quedan fuera de la casa en las noches, aunque sus padres les piden que lleguen a cierta hora no llegan a tiempo, se escapan de la casa, dejan de asistir a la escuela cuando les parece, no hacen la tarea, etc. Los niños que demuestran estos comportamientos deben recibir una evaluación médica urgentemente, no debemos ignorar estos comportamientos.

         Muchos niños que exhiben un comportamiento desordenado pueden tener cambios en su estado de ánimo, por ejemplo, de repente están muy felices pero de repente todo les molesta, de repente están sumamente depresivos y de repente están muy contentos. Padecen mucha ansiedad, muchos de ellos tienen estrés postraumático y son dados al abuso de las drogas y el alcohol.

         También les es muy difícil concentrarse en la escuela y ponerle atención a la maestra, muchos de ellos tienen hiperactividad, les cuesta mucho estar sentados; tienen muchos problemas de aprendizaje, reprueban los exámenes, no pueden contestar un examen básico y sencillo, no pueden leer, no pueden concentrarse, no llevan sus tareas a tiempo y también tienen pensamientos desordenados.