¿Hay un hombre en casa? Parte II

 

¿Cómo ser ese hombre verdadero?
 

En una ocasión, un investigador en el área de la familia llevó a su nieto a los juegos infantiles del parque público de su colonia en el que había niños de diferentes clases sociales. Al escuchar él a un niño de 5 años gritarle a su hermano de 6 una serie de palabras mal sonantes, con tristeza se puso a reflexionar en el futuro de esos niños y más tristeza le dieron los padres, porque los hijos son el fiel reflejo de la familia.

En otra ocasión, el mismo investigador vio en una fiesta infantil a un niño de 4 años jugando con otros niños, de repente tiró al suelo a una niña de la misma edad, se le subió encima, la inmovilizó de las manos e hizo intento de besarla. ¿Qué es lo que indica con esta acción? El niño hace lo que ve en su casa, tratando de imitar a su padre: que está descuidado y está viendo malos ejemplos.

Ten mucho cuidado con lo que les enseñas a tus hijos, con lo que les permites, con el ejemplo que les das y con los principios que les heredas, los cuales le ayudarán o perjudicarán durante toda su vida. Es por eso que ser hombre en casa es tener el compromiso de educar a los hijos las 24 horas del día, los 365 días del año.

         El hombre posee características muy especiales, las cuales le ayudan a funcionar como un verdadero hombre en el hogar. El hombre, como padre de familia, tiene un papel único; seamos ese ejemplo de hombre y padre que nuestros hijos necesitan. Es hermoso ser padre, es una etapa muy productiva en la vida. La tarea más noble que el hombre puede tener es criar a sus hijos, verlos crecer como un árbol y después formar una familia feliz. ¿Serán hombres y padres de familia ejemplares para las futuras generaciones?

Muchos padres están destruyendo sus hogares, no tanto con palabras como con la actitud que se trasparenta en sus acciones; lo que dejan de hacer causa tanta destrucción como lo que no hacen. Un padre testarudo, porfiado y confiado en sí mismo, decidido a hacerlo todo a su manera sin dedicar tiempo para sus hijos, es de granito duro, no de acero templado.

“Instruye al niño en su camino y aún cuando fuera viejo no se apartará de él”
                                                                                         Proverbios 22:6

De esta forma las Sagradas Escrituras nos dirigen a instruir a nuestros hijos de la forma en que ese hijo debe crecer. A veces solicitamos un manual para educarlos y hay algunos que son muy útiles; sin embargo, la experiencia personal me hace ver que el manual más perfecto e infalible, porque yo mismo lo vivo en casa, es la Sagrada Escritura.

El verdadero hombre se ocupa de edificar a su familia, porque tiene interés en saber qué piensa su hijo y cómo reacciona, procura entender a su esposa y saber por qué actúa de esa manera. Saber cómo funciona una familia toma toda una vida de aprendizaje y comprensión.

Otra cualidad del verdadero hombre es la seguridad, esto no significa engreimiento; el hombre de acero tiene, sobre todas las cosas, confianza en Dios pues su vida está controlada, sus emociones y cuerpo están bajo control y no es adicto a nada.

A menos que estemos sufriendo una enfermedad que debilita nuestro cuerpo, usted y yo tenemos la obligación de ser padre y esposo saludable, de forma mental, física y emocional. El hombre de acero es precavido y evita ciertas acciones, con el fin de mantenerse en mejores condiciones; se da cuenta que su familia depende de él, no quiere causarles sufrimientos. Un padre necio, sin sentimientos, inteligencia ni sabiduría, adicto al alcohol, a la ira, que provee para sus propios deseos es indulgente, no es cuidadoso de su cuerpo, destruye a su familia. Luego los hijos tratarán de hacer lo mismo.

Cualidades del hombre terciopelo
Condiciones Legales de Uso | Derechos reservados 2012 ©