Este es un programa muy interesante para aquellos padres que están comprometidos con la educación escolar de sus hijos. Los padres pueden ayudar a sus hijos en edad escolar a aprender a desarrollarse, pero un problema que encontramos frecuentemente es que los padres están muy ocupados; tienen dos trabajos, asisten a clases para adultos o cuidan a otros miembros de la familia. Pero no importa lo ocupados que estén los padres, ellos pueden –y es su deber y responsabilidad- ayudar a sus hijos.
Debemos aprender a tener mucha paciencia, si quieres realmente educar a tus hijos y cumplir con tu responsabilidad aprende a ser paciente con cada uno de ellos y contigo mismo. La educación, recuérdalo, dura toda la vida. Ten calma.
Conoce lo que necesitan tus hijos, si quieres construir una casa necesitas saber qué materiales vas a emplear, cómo colocarlos, dónde comprarlos y alguien que te ayude a construirla. De la misma manera, para educar a los hijos hay que conocer lo que ellos quieren, cómo hacerlo y quién puede ayudarlos.
También se necesita mucho amor, el que verdaderamente ama buscará lo mejor para sus hijos y no descansará hasta verlos educados. Vence tu egoísmo y tu mal humor, éstos son los dos principales enemigos de la educación de tus hijos. Quien es egoísta, no ama a su prójimo o vive en mal humor, ofenderán con mucha facilidad a los demás, incluyendo a sus hijos.
Dice un padre de familia: “En casa siempre nos esforzamos para que nuestros hijos compartan lo que tienen con sus hermanos, así como nosotros, los papás, lo hacemos entre nosotros y con los niños; les tenemos mucha paciencia aunque a veces los castigamos. En casa también les enseñamos a pedir todo por favor, agradecer los favores que recibe y colaborar en las actividades domésticas. Nos cansamos mucho, pero vemos como los niños cada día van siendo más responsables, más colaboradores y más agradecidos. Esperamos que en el futuro, y es lo más probable, sean excelentes ciudadanos.”
Preciosa expresión de dos padres de familia, quienes se han esforzado en la educación de sus hijos y ese debe ser el objetivo de cada padre y madre de familia: educar para formar ciudadanos responsables. Esto se logra en conjunto con la formación académica. |