Cómo cuidar nuestra mente II
Consejos prácticos para cuidar tu mente

 

La virtud de la fortaleza
 

La ocupación es un medio excelente para alejar las preocupaciones. Mantente siempre ocupado para que así logres expulsar lo más lejos que se pueda a la preocupación; la actividad es un medio excelente para combatir las enfermedades del espíritu.

         Es importante que no te disgustes por pequeñeces, no permitas que las insignificancias, como destructores come-genes, derriben ese gran roble que es nuestra personalidad.

         Si algo ya sucedió y no puede cambiarse, pues di: “así es, o así fue y no puede ser de otro modo”. ¿Para qué llorar por la leche derramada? ¿Para qué estar dándole vueltas a lo mismo, si esa situación ya pasó? Más bien, lo que debes hacer es tomar la responsabilidad de lo que ha sucedido.

         Date a ti mismo periodos cada vez más cortos de tiempo de preocupación, déjalos para más tarde. Si estás trabajando y empiezas a preocuparte por algo, posterga esa preocupación para dentro de un rato, pueden ser 5 minutos, después una hora e incluso hasta la noche.

         Dependiendo de la severidad de tu problema y de lo insistentes y frecuentes que sean los pensamientos obsesivos, puedes decidir dejarlo para 5 minutos después, después trata de posponerlo de nuevo cuando hayan pasado esos 5 minutos y así sucesivamente.

         Hablamos de uno de los grandes defectos de nuestro mundo que es la voluntad débil. La voluntad es la decisión, es cuando nos resolvemos a tomar acciones. Las personas parecen estar vacunadas contra todo tipo de esfuerzo, le tienen miedo; pero el placer, la comodidad, los caprichos y la superficialidad son la ley de muchísimas personas. Todo parece hacernos ver que la fortaleza de la voluntad cada día es más escasa en el mundo.

         Por ejemplo, cuando hay un problema familiar, lo más fácil es destruir el matrimonio; porque no hay esfuerzo para construirlo. El divorcio se presenta como una salida muy práctica y atractiva. Los niños y los jóvenes huyen de cualquier esfuerzo. Obsérvalo, no quieren esforzarse en la escuela, en la casa, inclusive en el ejercicio que les hace tanto bien. Hoy, el placer sexual es lo más importante para muchos.

         Nos preguntamos ¿por qué tanta debilidad? ¿Por qué tanto miedo al esfuerzo? ¿Por qué tantas preocupaciones y dificultades que las personas no saben cómo enfrentar?

         Una persona que es fuerte ante las adversidades es aquella que, en situaciones que pueden atentar contra ella, resiste las influencias perjudiciales, soporta todas las molestias que encuentra y se entrega con valentía para vencer las dificultades.

         ¡Oh, qué hermosa es la virtud de la fortaleza! Hace que la voluntad no se doble ante las dificultades, las tentaciones, los desánimos y los problemas, sean éstos grandes o pequeños, de la vida diaria; la voluntad te convierte en un valiente para enfrentarlos.

La debilidad de voluntad
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