Los problemas más comunes en el matrimonio y cómo resolverlos
Parte I

 

Aprovechando las diferencias para aprender
 

Todo matrimonio pasa por conflictos, es normal que haya momentos duros, problemas, etc. A veces estos conflictos se pueden aprovechar para que la pareja se una más y superen juntos todas las dificultades.  ¿Sabe usted aprovecharlos?

         Los problemas no deben dividir a la pareja, es ahí cuando el matrimonio se debilita grandemente, cuando hay división. Divide y vencerás. Lo mismo en el matrimonio: los esposos se dividen por un problema o un desacuerdo y entonces hay una derrota porque han sido vencidos por su propio ego; antes buscaban ser solidarios con su pareja y ahora parece que hay una competencia para ver quién gana.

         Es evidente que la vida matrimonial no es maravillosa toda la vida. Los principios suelen ser muy buenos, pero la vida cotidiana y el paso del tiempo pueden ir enfriando la relación matrimonial. Por eso es importante fomentar esas cuatro columnas del matrimonio.

         Conviene aclarar que los problemas que conducen al divorcio, la mayoría de las veces, podrían solucionarse si se enfrentan a tiempo y con responsabilidad por parte de los cónyuges.

         La vida en pareja nos lleva necesariamente a enfrentar problemas, crisis y tensiones; todos esos conflictos no son inútiles, ya que nos pueden permitir comprometernos más con nuestra pareja, checar si no vamos por un camino equivocado en lo que refiere a nuestros valores y elecciones de la vida. Un matrimonio sin valores no sirve ni funciona, es imposible.

         Cuando hay conflictos a veces nos toca iniciarlos y a veces nos toca ser los afectados. Lo importante es aceptar la situación, plantearla en el momento y lugar adecuados, nunca cuando no hay tiempo para hablar y jamás ante otros.

         Hablar siempre en primera persona, lo importante es comunicar lo que a mí me pasa y no lo que tú haces. Es distinto decir, por ejemplo, "estoy tratando de que me entiendas" a acusar "jamás me entiendes"; es diferente decir "cuando haces esas cosas me siento poco acompañada" a reprochar "no te importa dejarme sola".
 
         Es importante recordar que un conflicto no se resuelve cuando alguien gana o alguien pierde, no busquemos eso, sino cuando el esposo y la esposa que se han elegido siguen eligiendo confiar el uno en el otro, aceptar y cooperar para seguir juntos.

El matrimonio, una relación amor
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