Los problemas más comunes en el matrimonio y cómo resolverlos
Parte I

 

Los pilares del matrimonio
 

El amor, el respeto, la confianza y la comunicación son importantes pilares del matrimonio. No queremos decir que el matrimonio va a estar exento de dificultades, sino que al haber amor, confianza mutua, respeto y comunicación, esas dificultades son más fáciles de superar.

         La armonía no es la ausencia de conflicto, las diferencias son parte de la vida del matrimonio y debemos aprender cómo salvarlas. Esta oposición significa un conflicto, pero ello no es sinónimo de pelea y ‘conflicto’ es enfrentar las diferencias de los demás. Toda pareja encierra la posibilidad del conflicto, porque está integrada por dos personas diferentes.

         La armonía consiste, precisamente, en integrar las diferencias, no en borrarlas ni negarlas. Al mirar a la pareja y al percibir que es distinta de uno mismo, que tiene sus propios gustos, pensamientos, conductas, decisiones, etc., entonces podemos empezar a mirarla como una persona, no como una prolongación de nuestros deseos. Entonces si puedo aceptarla y elegirla desde el corazón.

         Una pareja está compuesta por dos personas, quienes van cambiando conforme pasa el tiempo, obviamente si las personas cambian su relación también va a cambiar, se modifica y tiene diferentes situaciones. En tanto se mantenga el compromiso del amor, la pareja es un espacio en el cual aprendes acerca de ti y acerca del otro.

         Al hablar de aprender, no estoy hablando de conocimiento sino cosas prácticas que se aprenden en el matrimonio. A veces nos desesperamos porque la pareja no es como nosotros queremos que sea y entonces nos decepcionamos de ella.

         Cuando hablo de aprender hablo de que dentro de estos pilares del matrimonio se puede aprender muchísimo, cada día, en cada experiencia, dolor, momento difícil, de tensión o angustia. El conocimiento envanece, el amor edifica, construye, hace sólido el matrimonio.

         Si alguno se imagina que sabe algo, no sabe nada cómo debe saberlo; en otras palabras, a veces nos imaginamos que sabemos cómo resolver los problemas o que nuestro matrimonio no va a tener problemas. Qué bueno que tengamos esa esperanza, pero una gran realidad es que no sabemos nada cuando nos casamos, ese matrimonio está naciendo y hay mucho que aprender, con humildad, paciencia y a través de las experiencias buenas y malas.

         Estando esos pilares presentes uno va aprendiendo a fomentar la unidad dentro del matrimonio, la toma de decisiones, la intimidad, el conocer a su pareja, aceptar y amoldarse al carácter del cónyuge para agradarlo en lo que sea correcto.

         Ahora bien, aceptar al otro no significa tomar aquello en lo que se parece a mí, es muy importante esta aclaración. Aceptar no es coincidir, significa precisamente convivir con lo diferente sin pretender modificarlo a mi forma de ser o a mi necesidad.
¿Cómo resolver los conflictos?
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