Los problemas más comunes en el matrimonio y cómo resolverlos
Parte I

 

¿Qué es el verdadero amor?
 

Para que una relación sea sólida debe estar basada en el amor, la pregunta que surge es ¿qué es el amor? ¿Cómo podemos definirlo? El amor es un compromiso mutuo de amarse, de buscar siempre el bien mayor de la pareja dentro del matrimonio.

         Amar es mirar siempre por el cónyuge, de tal manera que estemos dispuestos a hacer todo lo que conlleve su bienestar, no importando si se recibe o no lo que se busca. Cuando no recibimos lo que queremos dejamos de amar; sin embargo, el verdadero amor no espera nada a cambio.

         El amor es sufrido; tiende a soportar cualquier situación adversa, la sobrelleva pacientemente y con la confianza de que todo puede cambiar si se persevera. Lleva el agravio en silencio, lo soporta y no se venga, de tal manera que la relación en vez de destruirse se fortalece.

         Es benigno; no busca lo malo ni devuelve mal por mal, al contrario. Si tu pareja te lastima, tú le devuelves un bien; esa es la forma, universalmente aceptada por la conciencia, de vencer el mal. Lo contrario sería como querer terminar con la guerra generando más guerras.

         No tiene envidia de que su pareja sea feliz y dichosa, al contrario, esa es su meta. Siempre es humilde, ve al cónyuge como un ser superior a sí mismo, en el sentido de servirlo, amarlo y aceptarlo tal como es.

         No hace nada indebido; cuando hacemos cosas incorrectas generamos distanciamientos en la pareja. A veces, son las quejas silenciosas las que van enfriando esa relación del principio o enamoramiento, el cual mantiene firme al matrimonio en los primeros años.

         Pero eso, el enamoramiento debe constituirse en amor puro y limpio, de tal manera que no haga daño a la pareja; el esposo que ama no buscará sus propios intereses, aunque luchará y se esforzará por su salud, trabajo y felicidad; sin embargo, siempre pondrá primero a su esposa.

         No se irrita; no tiene enojos, explosiones y corajes que causan heridas, distanciamiento, endurecimiento y desconfianza en la relación. A veces, esto lleva a hablar mal de la pareja delante de los hijos o los amigos. Se convierte en un rencor almacenado con el tiempo que puede convertirse en odio.

         De ahí vienen las ‘injusticias’; el hombre toma venganza lastimando a su esposa o tratándola mal, lo mismo que la mujer con su esposo. A veces se cometen infidelidades para ‘vengarse’ de los malos tratos o en una búsqueda de afecto y aceptación que no encuentra en su pareja. Cuando falta el amor, falta la rectitud. ¡Qué bonita es la sinceridad y las intenciones puras dentro del matrimonio!

         El amor siempre tiene una esperanza real de que las cosas van a mejorar, de que tienen solución. Aún aquellas situaciones que van más allá de nuestra capacidad humana para resolverlas, como una crisis económica, una enfermedad, un accidente o algo que parezca irreparable; sin embargo, cuando hay esperanza hay alegría interna en el corazón y ésta produce una sensación de paz, bienestar y confianza. Cuando se pierde esa esperanza se pierde todo.

         El verdadero amor nunca deja de ser, pues no es sólo un sentimiento, aunque tiene que ver con fuertes sentimientos y pasiones. El amor nunca deja de ser, esa es la definición más apegada a su verdadero significado. Muchas personas se confunden porque esperan del amor algo que realmente va fuera de la realidad.

Los pilares del matrimonio
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