Por: Ing. Gilberto Ruíz

Dentro de las relaciones humanas se generan muchas ofensas, de tal manera que se hieren uno a otro, ya sea de manera verbal o física. Entonces, se forma una amargura o resentimiento.

Por un lado, los maridos se vuelven muy groseros con las esposas, no las aman, les hablan de una manera muy áspera, de tal manera que la mujer se siente muy humillada y genera más odio contra el marido.

Este odio se traduce en insultos, desprecios y faltas de respeto. La relación familiar se ve deteriorada. Ya no se es una familia o un matrimonio armonioso.

La falta de perdón lleva a un deterioro de las relaciones personales y familiares. Cuando ha pasado esto, las personas pueden aún enfermar de depresión, de tristezas profundas, etc. Hay quienes forman un carácter muy neurótico porque no han aprendido a perdonar.

Lo mismo pasa por el otro lado. Hay varones que sus esposas los rechazan y les juegan venganzas.