"El abuso sexual infantil "
 

Cómo ayudar a un niño abusado sexualmente
 


Por: Dr. Salvador Cárdenas

Los adultos no podemos permanecer indiferentes, una persona que permanece indiferente ante el abuso sexual de niños, y a él le consta, aunque él no esté cometiendo los abusos, y ese adulto no mueve ni un dedo para que eso se termine y para ayudarle al niño a salir de esto, ese adulto está degradando moral y espiritualmente, lo único que representa es un profundo individualismo y eso no tiene nada que ver con una vida moral y mucho menos aquellos que dicen creer en Dios o creer en las enseñanzas de las Sagradas Escrituras.

Una persona adulta que se entera de esto, es importante que trate seriamente de ayudar al agraviado, es una deber cristiano fundamental el ayudar al necesitado, al débil y al abusado y nadie hay mas vulnerable en el mundo que un niño o una niña.

Un niño que está siendo abusado sexualmente depende mucho de usted para salir adelante en la vida, si usted sabe de niños que están siendo abusados sexualmente, y usted no está haciendo nada, usted se está degradando moralmente por cobardía, por no meterse en problemas, por seguir cómodo en su propia vida.

En la parábola de el buen samaritano usted lo puede leer en cualquier Biblia en el libro de Lucas 10: 30 al 35 Jesucristo nos enseña que la vida que agrada a Dios es aquella vida que se compromete con su prójimo, el buen samaritano es un hombre que se da cuenta que otro hombre está profundamente necesitado de sus cuidados y auxilios, y gasta de su dinero y tiempo para ayudar a aquella persona.

El buen samaritano nos enseña el amor al prójimo y un niño también es nuestro prójimo aunque sea pequeño, son nuestros prójimos y es nuestro deber ayudarlo a salir de esa triste realidad.

Y por último en el sermón de la montaña que viene en el evangelio de Mateo 7:12 Jesucristo enseña y dice:

"Haz con los demás como te gustaría que hicieran contigo".

Si usted fuera un niño y no puede defenderse a si mismo, y está siendo maltratado, abusado, disminuido en su identidad, ¿no te gustaría que alguien con amor, benevolencia, con compromiso hacia ti se acercara y te ayudara? Bueno, esa es la ley de oro, lo que te gustaría que hicieran contigo, eso haz tu con los demás.

Que Dios nos ayude a cambiar esta mancha social que está sobre nosotros, que nos ayude a proteger a nuestros hijos, a aquellos niños que sean cercanos a nosotros, pero también aquellos que no lo sean, si por circunstancias llegamos a tener contacto con ellos, poderlos ayudar hasta las últimas consecuencias, no hay peor cosa que atentar contra la salud física, mental o moral de los niños. Dios te bendiga.

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