La verdadera esperanza: "El deseo cumplido"
 

Cuando no hay esperanza en la familia.
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Lamentablemente, el padre en América Latina es un ser ausente de la familia, por eso encontramos una dramática desintegración familiar en los países latinos, aun en la población hispana de los Estados Unidos, en el Caribe, Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, etc.

Es interesante notar que el padre sigue siendo el “padre fantasma”, que aunque está en casa presente físicamente, está ausente hacia los problemas, en las necesidades de los hijos, no está conciente de ellos, no profundiza en ellos, no establece la comunicación, ni las prioridades del padre que son el ser el proveedor económico, el que protege a la familia, el que fomenta el afecto en la familia y también fomenta la espiritualidad en la familia, el fomentar valores morales y espirituales, dar fundamento a la vida de los hijos.

¡Qué tragedia! Cuántas personas viven el día de hoy sin la dirección de un adulto serio, de un adulto comprometido hacia esos jóvenes.

La madre muchas veces lleva la carga excesiva de trabajar, de mantener la casa en orden, de ayudar a los hijos en las tareas, de soportar un marido borracho, infiel, golpeador, áspero, insensible y que no pone en práctica los valores morales.

Es increíble ver la plaga, la epidemia de la ausencia de padre en la familia Latinoamericana. Los efectos son devastadores ya que originan que los hijos crezcan sin afecto, con trastornos emocionales, con dificultades en sus relaciones con sus amigos, con sus seres queridos, con falta de desarrollo en el mismo cerebro, con lentitud en el aprendizaje o a veces mentes muy brillantes pero para hacer maldad.

Vemos entonces que el padre sigue siendo el gran ausente, estas estadísticas nos dejan la sangre helada, no hay un cambio radical en la actitud del padre hacia los hijos.

Muchos padres llegan inmaduros al matrimonio, no tienen ningún tipo de formación, no tienen ningún tipo de valores en sus vidas y piensan que el matrimonio es solamente una luna de miel eterna con su novia y se olvidan que es un gran compromiso con sus esposas.

Las esposas son diferentes a los hombres, y no es que la mujer sea inferior al hombre, pero tiene distintas necesidades al hombre; la mujer tiene necesidad de afecto, de protección, de guianza, de cariño, de dirección, de liderazgo, de provisión económica, cuando no obtiene estas cosas se siente frustrada.

Padres con esperanza
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