Tener un carácter responsable es una virtud invaluable. Este carácter se forma desde la más temprana edad de las personas, y se va fortaleciendo a lo largo de todas las etapas de la vida.
A los padres nos corresponde hacer a nuestros hijos responsables, lo cual implica enseñarles a responder por sus propios actos, tomar decisiones correctas, tener dominio sobre las pasiones y razonar antes de cualquier impulso.
|