Según la American Burn Association, existe un vínculo inequívoco entre los problemas de aprendizaje no diagnosticados a tiempo y la delincuencia juvenil, lo que significa que cuando dichos problemas no se diagnostican y tratan a tiempo pueden convertir a un niño en un delincuente. De ahí la importancia de subrayar la enorme responsabilidad que tienen los padres de estar al pendiente de sus hijos y ser la motivación que ellos necesitan durante todo el proceso de aprendizaje.