Cómo daña la violencia familiar a los niños
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Para aprender, crecer, y convertirse en adultos saludables y exitosos, los niños deben tener un mundo donde se sientan contentos y seguros de sí mismos.
 
La violencia doméstica no sólo les roba la confianza en sí mismos dificultando la posibilidad de llegar a ser exitoso y obtener mejores oportunidades en la vida, si no que los pueden dejar traumatizados.

Los lactantes y los niños pequeños que son testigos de la violencia en sus hogares generalmente desarrollan:

  • irritabilidad excesiva
  • conducta inmadura que no mejora
  • problemas del sueño
  • angustia emocional
  • temor de estar solos
  • regresiones para ir al baño, caminar y/o hablar.

Los niños en edad preescolar pueden desarrollar enuresis (orinar la cama) y problemas del habla.

La exposición a la violencia en la familia, interfiere con:

  • el desarrollo normal del niño
  • la confianza en sí mismo
  • los comportamientos de exploración (que son parte del desarrollo de la autonomía y la personalidad del menor).

Más de la mitad de los hombres que maltratan a sus mujeres, también maltratan a sus hijos. Los niños a menudo sufren directamente. Los hombres que golpean a sus esposas también golpean con frecuencia a sus hijos.

La violencia o la amenaza de la violencia para los niños se utiliza a menudo para controlar a la madre maltratada. Del 30% al 60% de estos hogares violentos, los niños también son maltratados y abusados.

El niño puede ser abusado por la madre, su pareja que no es el padre, abusado por el padre, por un hermano que está celoso o imita a los padres, o por un pariente, maestro, o proveedor de cuidados.

Las relaciones abusivas también son sumamente nocivas para los niños, aunque sólo sean testigos. Los niños que presencian actos de violencia doméstica sufren consecuencias a largo plazo.

Muchos estudios han demostrado que los niños que crecen presenciando estas situaciones de violencia y abuso en sus hogares, sufren de:

  • abuso emocional
  • tienen problemas de comportamiento y de aprendizaje
  • tienen mayor riesgo de padecer depresión, bajo rendimiento escolar, aislamiento social
  • constantemente se quejan de dolores corporales, de estómago y de cabeza.

A menudo, en la escuela y en el patio de recreo, van a mostrar actitudes agresivas y la violencia que mostrarán será en la medida del comportamiento agresivo del que son testigos en el hogar.

Detrás de todos estos "síntomas" de la violencia en el hogar, los niños también tendrán respuestas emocionales, es decir, a menudo mostrarán ira, terror intenso, miedo de morir, o temor a la pérdida de su padre, madre o familiar.

Los niños pueden tener sentimientos de ira, culpa, o sentir equivocadamente el que ellos, son responsables de los actos violentos, lo que puede alterar su desarrollo emocional y social.

El estar expuesto a la violencia en el hogar, enseña a los niños, que la violencia es una forma normal de vida y aumenta su riesgo de formar parte de la relación violenta de los adultos, ya sea como abusadores o como víctimas. Los niños a menudo creen que ellos de alguna manera son la causa de la violencia en el hogar.

El legado de la violencia en el hogar se transmite cuando los niños crecen viendo a la violencia como parte normal de la vida. En los niños que presencian actos de violencia doméstica es común que tengan relaciones violentas cuando sean adultos, ya sea como abusadores o víctimas.

....."Usted puede ayudar a sus hijos asegurándoles que ellos son amados y que no han incurrido en falta. Los niños necesitan sentir que están protegidos y seguros. Salir de una relación abusiva, es una forma de enseñarles con el ejemplo, el que la violencia está mal y se debe evitar”.

Revista HEALTH/SALUD de San Diego, California

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