Ser Padre


Es ejercer tu verdadero papel como hombre en casa, con un carácter varonil, protector, responsable, capaz de dirigir rectamente a tus hijos y a tu esposa en medio de un mundo hostil, lleno de violencia, resaltando la verdadera esencia del ser paterno: cálido, servicial…                   

  • digno de respeto
  • digno de confianza
  • y digno de imitar.

Si quieres SER PADRE…

Cómo afecta carecer de padre

Es importantísimo tu papel,
nadie más lo tendrá en la vida de tus hijos

¿Qué dicen de ti tus hijos?

¡Adelante, el reto es tuyo!


Si quieres SER PADRE

Tu primera responsabilidad es NUTRIR EL AFECTO Y EL CARIÑO a tus hijos. Abrazarlos, darles un beso,  decirles “hijo te amo y eres muy importante para mí”. Que a tus hijos nunca les falte cariño, que sepan que su necesidad de afecto es suplida en casa, por su padre, y no vayan a buscarlo en un noviazgo mal llevado o una relación sexual premarital.

Debes saber que la atmósfera de amor nutre el desarrollo emocional y psicológico de tu hijo, lo hace sentirse aceptado, seguro, amado y eso fortalece mucho su autoestima.

Ellos nos están observando. Aprende a pasar tiempos felices con ellos, a realizar juntos actividades divertidas para ellos, y provéeles amigos que sean una influencia positiva.

Lo segundo es ENSEÑARLES A CONTROLAR SUS EMOCIONES. Es decir, recompensarlos por su buena o mala conducta, estableciendo reglas claras en el hogar, que les pongan límites.

Pero para esto, debes conocer todo aquello que les afecta a tus hijos, qué carácter tiene cada uno, qué les causa miedo, qué les causa placer; incluso si por su edad adolescente están teniendo cambios hormonales que afectan sus emociones o carácter.

Debes saber cómo ayudar a cada hijo a controlar sus emociones tal vez agresivas, o pasiones exaltadas.

Con esto llegamos a la tercera parte importantísima en el rol del padre varón: La COMUNICACIÓN. Pero hablamos de la comunicación en dos sentidos, de ida y vuelta es decir, donde tú hablas papá, pero también escuchas y, donde tu hijo te escucha pero también te habla. No olvides el siguiente principio:

“Los hijos que tienen buena comunicación con sus padres,
buscarán el consejo de sus padres”.

Pero qué triste cuando ocurre lo contrario, la consecuencia es negativa: no hay buena comunicación con los hijos, por tanto ¡no buscan el consejo en los padres!

Lamentablemente, el consejo que tu hijo busca se lo dará el amigo homosexual, la amiga drogadicta, o el chico alcohólico de la esquina. Ellos quizás estén más cerca de tus hijos que tú y pasarán más tiempo junto a tus hijos que tú.

¿Sabes por qué tus hijos no te comentan nada de lo que les pasa en la escuela, ni son transparentes contigo sobre sus luchas diarias? Porque no te tienen confianza.

Qué importante es que como padre mantengas una relación tan estrecha y tan transparente con tus hijos de tal manera que ellos y tú puedan decir “somos tan amigos que entre nosotros no hay nada oculto”.

Respeta a tu hijo, escúchalo, no le impongas tus puntos de vista, entiende que hay una brecha generacional entre ustedes, ¡acuérdate cuando tú tenías su edad! ¿No hubieras anhelado que tu padre te entendiera, te escuchara y con amor te dirigiera?

Quita todas las barreras que estén impidiendo la comunicación entre ustedes. No los provoques a ira, no los humilles, muéstrales tu respeto y ellos te respetarán a ti. Recuerda: El respeto no se gana por medio de la temeridad, sino por la calidad del carácter.

Otro aspecto valiosísimo es la EDUCACIÓN. Envuélvete en la educación de tus hijos, enséñales a disfrutar el aprendizaje y la lectura.

La lectura promueve el desarrollo saludable de la mente; que lean cultura, y que sean lectores de las Sagradas Escrituras “las cuales te pueden hacer sabio para la salvación que es en Cristo Jesús”. (2ª Tim3:15)

Sé un padre comprometido con el desarrollo académico de tus hijos: revisa sus tareas, sus exámenes, cómo trabajan, qué hay por mejorar o reforzar, platica con sus maestros, asiste a la escuela, conoce a sus compañeros, que realmente esté rodeado de un ambiente motivador para su desempeño académico.

Muestra interés en lo que hacen; su maqueta, su trabajo final, su juego final de sóccer, etc. Anímalo siempre, y haz un equipo de apoyo para tus hijos entre los maestros y tú. Eso fortalecerá mucho su educación.

ENSÉÑALOS SOBRE LAS ADICCIONES. La etapa de la crianza, es la mejor para la prevención. Instruye a tus hijos sobre el alcohol y sus efectos, ya que éste puede ser el primer escalón para otras adicciones.

Nadie mejor que el padre para instruir sobre este tema a los hijos. Mostrándoles que en la familia pueden encontrar plena felicidad y satisfacción. No tienen por qué ir a buscar o experimentar “placeres” que los llevarán a hundirse y perder los mejores años de su vida.

ENSÉÑALES A LOGRAR SOLUCIONES PACÍFICAS. Esto es clave. Debes aprender a hablarles con calma, tomar las cosas con buen humor, evita preocuparte o llenarte de ansiedad por cosas que no valen la pena. Enséñales a escuchar, y respetar diferentes opiniones de otros, que sepan respetar a sus maestros, sus abuelos y autoridades.

Preséntate a ti mismo como un ejemplo, que las cosas no las arreglas gritando, malhumorado ni a golpes, sino con

paz y hablando. Explícales que la violencia no es aceptable. Que sean tardos para la ira, y para hablar, prontos para oír.

NO CRITIQUEMOS A NUESTROS HIJOS. De ninguna manera llegues a reprobarlos ni juzgarlos con críticas humillantes. Recuerda que están en crecimiento y desarrollo, y tú debes formarlos, criarlos. No con sermones, con tu ejemplo.

 
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