Una de las tragedias más dolorosas que pueden sufrir los padres es encontrar el niño sano muerto en la mañana.

Contexto; dormir boca-abajo el factor principal
A partir de 1990 ha habido avances notables en el esclarecimiento del misterio que rodeaba el denominado síndrome de la muerte súbita infantil.

El factor más importante y reconocido es la sofocación del niño contra la almohada o el colchón al dormir boca-abajo por su incapacidad de levantar la cabeza o darse vuelta.

Estudio europeo revela nuevos factores
Sin embargo, un estudio reciente realizado en varias instituciones europeas y publicado en el semanario médico Lancet, una de las revistas de mayor prestigio, revela que hay otros factores.

La investigación fue conducida en 12 centros entre Septiembre de 1992 y Abril de 1996 y empleó el método de “casos y controles” comparando las variables estadísticas de 745 casos de muertes súbitas con 2411 de niños vivos.

El análisis estadístico fue muy riguroso y por ende las conclusiones tienen validez.
Casi la mitad (48%) de los casos de muerte súbita infantil se asociaron a posición prona (boca-abajo) o lateral que llevó a que el niño se tornara boca-abajo.

Fumar, beber y compartir la cama otros factores
El hábito materno de fumar combinado con compartir la cama fue otro factor importante, sobre todo durante las primeras semanas de vida; en parte estos factores mostraron relación con el consumo materno de alcohol en particular cuando el niño compartía la cama toda la noche.

Alrededor de 16% de los casos resultaron atribuibles al uso compartido de la cama.

Recomendaciones y consejos prácticos
El riesgo de muerte súbita infantil puede reducirse de manera sustancial colocando el niño en posición supina (boca arriba o de espaldas) protegido solo por la pijama tipo sudadera o enteriza o en una bolsa de algodón o de acrílico que limite el movimiento o desplazamiento.

Hay que evitar el cubrimiento de la cara y por ello los llamados duvet o cobijas calientes no son aconsejables ya que pueden cubrir la cabeza y producir, además, sobre-calentamiento.

En general el niño no debe compartir la cama con la madre excepto para alimentarlo (lactación) y la madre debe abstenerse de fumar y de tomar alcohol.

Aunque la muerte súbita infantil es más frecuente en situaciones de desventaja social y económica el uso de las recomendaciones mencionadas mejora el riesgo en todos los casos.

El líder del estudio europeo estima que 90% de los casos de muerte súbita infantil pueden prevenirse.

Recomendaciones adicionales
La Academia Americana de Pediatría recomienda que, además de colocar el niño de espaldas, el bebé no duerma en colchones de agua o blandos, en sofás y que no se coloquen a su alrededor materiales blandos como almohadas o cobijas tejidas.

Los peluches y similares deben permanecer alejados del niño porque pueden obstruir sus vías respiratorias.

Para evitar el aplanamiento de la parte posterior u occipital de la cabeza durante el día y bajo supervisión el niño debe tener periodos boca-abajo.

Es interesante anotar que aun hoy hay pediatras que favorecen la “cama familiar”. Los nuevos datos militan en contra sobre todo, por razones desconocidas, si la madre fuma (lo cual en todo caso es perjudicial para todo niño).

Incumbe a los padres educar a los abuelos, familiares y al personal de las guarderías sobre la importancia de colocar el niño boca-arriba.