Acné: nuevas estrategias de tratamiento

05 de Octubre, 2006
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El acné es una enfermedad que tiene muchas causas. Está caracterizada por una erupción de la piel localizada en cara, pecho y espalda, ocasionada por obstrucción del folículo piloso (el sitio de origen de los pelos), acumulación de sebo (grasa que lubrica la piel, producida en el folículo) y proliferación de bacterias, lo cual produce una gran inflamación local.
Además, existe una gran influencias de las hormonas masculinas o andrógenos. Aunque no hay terapia perfecta, existen variados tratamientos que incluyen medicamentos (orientados a reducir la cantidad de sebo, destruir las bacterias, reducir las lesiones y disminuir los niveles de andrógenos) y procedimientos quirorgicos (para lograr la desaparición de las cicatrices residuales en los casos más severos).

Aspectos esenciales
El acné (del griego achné, película, eflorescencia) es una enfermedad de múltiples causas, que compromete los folículos pilosebáceos, el sitio de origen de los pelos.
Es causada por obstrucción de los mismos acompañado por una alta producción de sebo que se acumula debajo de la piel.
Esto genera condiciones ideales para el crecimiento de bacterias como Propionibacterium acnes, que degradan el sebo y desencadenan una inflamación local. Así aparecen las lesiones típicas conocidas como comedones (espinillas) y papulopostulas (barros), que son el sello característico del trastorno cutáneo (SaludHoy, Acné el terror de los adolescentes).

El acné es la enfermedad de la piel más común en el mundo entero, afectando 17 millones de personas tan solo en Estados Unidos, 85% de los cuales son adolescentes y adultos jóvenes.
También puede aparecer en otras épocas de la vida, sobre todo en ciertos momentos del ciclo menstrual, bajo ciertas circunstancias de tensión emocional o en condiciones absolutamente anormales como tumores de ovario o lesiones de glándulas suprarrenales. Sólo un reducido porcentaje de casos es severo y requiere atención médica periódica.

El acné suele comenzar en la etapa previa a la pubertad, cuando aumentan los niveles de las hormonas denominadas andrógenos, que llevan a crecimiento de las glándulas sebáceas de la piel y presencia de sebo en cara, pecho y espalda.
Esta enfermedad no amenaza la vida, pero sí tiene desagradables impactos sobre el individuo, tales como cicatrices permanentes, pobre autoestima, inhibición social, depresión y ansiedad. De ahí la pertinencia de tratar esta condición.

Objetivos del tratamiento
La terapéutica del acné, por consiguiente, radica en evitar el desarrollo de las diferentes lesiones, que lleven a la formación de cicactrices y coloración excesiva de la piel, que son más difíciles de tratar.

Es clave para la relación médico ó paciente que éste último se encuentre informado sobre aspectos generales de la enfermedad, las diferentes formas de tratamiento existentes, por qué ha sido escogida una terapia específica y cuáles son las posibilidades reales de mejoría.

Factores del paciente
La mayoría de los pacientes tienen diferentes tipos de lesiones, por ende, su nomero y tipo determina la severidad del acné. También otros factores o antecedentes juegan papel en este trastorno, tales como edad, tipo de piel, estilo de vida y ocupación, uso de anticonceptivos u otros fármacos, ciclo menstrual y niveles hormonales, motivación y autoestima.

Las razones más importantes para la elección de la terapia suelen ser el tipo de piel del paciente (seca, grasosa o mixta) sus preferencias personales y la severidad de la enfermedad.

Geles o soluciones basadas en alcohol suelen ser la mejor elección para pacientes con piel grasosa, mientras que aquéllos con piel seca prefieren agentes que aportan humedad, como cremas o ungüentos.

Ahora bien, cuando el cuadro es severo son requeridos medicamentos ingeridos, por lo general antibióticos y retinoides (derivados de la vitamina A).
Las razones más importantes para la elección de la terapia suelen ser el tipo de piel del paciente (seca, grasosa o mixta) sus preferencias personales y la severidad de la enfermedad.
Geles o soluciones basadas en alcohol suelen ser la mejor elección para pacientes con piel grasosa, mientras que aquéllos con piel seca prefieren agentes que aportan humedad, como cremas o ungüentos. Ahora bien, cuando el cuadro es severo son requeridos medicamentos ingeridos, por lo general antibióticos y retinoides (derivados de la vitamina A).

Medidas generales
Es importante poner en práctica algunas medidas generales, tales como mantener limpia la piel de las áreas afectadas, utilizando una o dos veces al día jabón medicado.
Debe ser evitado el uso de cosméticos u otros productos "de belleza" que puedan obstruir los poros. Sobre todo, las lesiones no deben ser maltratadas, debido a la posibilidad de causar infecciones y cicatrices.

Medicamentos
Actualmente existen medicamentos que permiten tratar uno o dos factores causantes de acné (figura). Debe destacarse que, a excepción de isotretinoina (un retinoide o derivado de la vitamina A), no existe un único fármaco ideal, sino combinaciones de agentes terapéuticos.

A continuación son explicados su mecanismo de acción, mientras que sus principales efectos secundarios serán reseñados aparte (tabla).

 

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