Entre 2007 y 2012 los jóvenes representaron casi 40% de las víctimas de homicidios, de acuerdo con un estudio del Banco Mundial.

Artículo editado | Extractos del artículo publicado por El Universal. Lunes 24 de febrero de 2014. -
Nuri Martínez

En México, durante los seis años de la administración del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa se canalizaron 37 mil 925 millones de pesos a programas o instituciones que reincidieron
en la reducción de la violencia juvenil, reporta el Banco Mundial (BM).

Sin embargo, no hay un impacto que permita que los jóvenes dejaran de ser las mayores víctimas y victimarios de la inseguridad o la violencia escolar, advierte Nelia Tello Peón, investigadora de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM.

En la Violencia juvenil en México, reporte de la situación, el marco legal y los programas gubernamentales, el Banco Mundial concluye que  desde 2008 se agravó la violencia a partir  del crecimiento de la tasa de homicidios, en particular por armas de fuego, entre los jóvenes.

Los jóvenes representaron 38.2% de las víctimas de homicidios en la primera década de este siglo.

La cifra llegó a representar que uno de cada cuatro mexicanos ejecutados en el marco de la llamada “guerra contra el narcotráfico”, en la administración del ex presidente Calderón, fue un joven.

Victimarios, menores de edad.

El informe refiere que entre 2007 y 2010 los homicidios de jóvenes por armas de fuego casi se triplicaron.

La causa de ese crecimiento en la violencia juvenil fue “la disputa entre organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico”

En 2011, el “peor año registrado hubo un asesinato vinculado al narcotráfico cada 30 minutos”, detalla el análisis realizado por el organismo internacional.

En la mitad de los delitos cometidos, fueron los jóvenes los responsables; y, seis de cada diez de ellos tenían entre 18 y 24 años de edad.

La mayoría de los jóvenes que fallecieron fueron víctimas de los estados de Sinaloa, Chihuahua y Guerrero.

Ante esta situación, ese organismo recomendó a México crear una política integral que trate “la violencia juvenil de manera explícita, y con atención a los grupos de mayor riesgo, como los jóvenes que desertaron del sistema escolar o que decidieron no continuar sus estudios, una vez concluido algún grado escolar y sobre todo los que tengan entre 19 y 29 años de edad.”

La investigadora Nelia Tello Peón advierte que los jóvenes en México se convirtieron en víctimas y victimarios, en “el actor principal de la inseguridad”,
a pesar de que dedicaron “montos crecientes de recursos sin que realmente se vea que hay un impacto que permita suponer que en las generaciones futuras será así”.

Por el contrario, “los jóvenes siguen siendo señalados como un factor de alto riesgo en el problema de la violencia”, detalló la especialista en violencia
juvenil y escolar.

Sin estrategia integral

Tello explica que actualmente no existe una estrategia integral que permita abordar el tema de la violencia social y se le ha atribuido al bullying en las escuelas, la situación creciente en la que conviven niños y jóvenes.

Junto a eso cuestiona que la autoridad ha incorporado programas que pueden incidir en el tema de la violencia sin que directamente se pueda medir. Un caso, cita la especialista, es la dotación de lentes a niños en las escuelas “lo que me parece ridículo”.

“Es momento de preguntarse ¿Qué características de esta sociedad se están socializando en las escuelas?”, plantea la investigadora.

“La violencia social se reproduce en la escuela, es lo que ocurre a nivel nacional, y solo se replican al interior de las aulas situaciones como inseguridad, ilegalidad e impunidad”, detalla.

Lo que hasta ahora se tiene son proyectos fragmentados, tanto desde lo que se ofrece a través de la Secretaría de Educación Pública (SEP) como en el Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol).

Para Luis Gómez Sánchez, investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, sigue faltando una visión integral pata atender e incidir en la violencia juvenil: “No veo una aplicación de recursos en la creación de empleo o en el incremento decisivo de la matricula a nivel bachillerato y de universidades”

Lo que ofrece la delincuencia organizada a los jóvenes es una rápida circulación de dinero por las tareas que realizan, por lo que una estrategia sería brindar empleo remunerado en áreas que le interesan a los jóvenes.

“En rubros que pudiera impulsarse el desarrollo del país, el
motor de la economía, como podría ser el de las nuevas tecnologías en áreas como la música, el video, el sonido y aplicaciones a sistemas de cómputo, puntualizó”.

El hogar saludable, un refugio para el joven.

Diversos médicos, terapeutas y expositores de Esperanza para la Familia, han enfatizado que la familia funcional, el hogar saludable donde hay valores, formación, comprensión, cuidado, integración, comunicación, respeto, buen ejemplo y un sentido de pertenencia, dentro de una atmósfera de amor constante, será la mejor medicina para la sociedad actual y la mejor vacuna contra la delincuencia juvenil, por ello hay que trabajar arduamente con los matrimonios y padres de familia.

Escuche los programas de radio y conferencias que ha impartido Esperanza para la Familia, para México y países de habla hispana:

Los valores familiares son la solución ®

Condiciones Legales de Uso | Derechos reservados 2012 ©