¡Felicidades a todas las mujeres que llenan de alegría nuestro planeta! Ser mujer es maravilloso: tienes un don muy especial para transmitir cariño y ternura; tienes el gran privilegio de engendrar hijos y sentir su crecimiento dentro de ti misma, aún tú misma los puedes alimentar en tu propio seno. Además tienes el honor de servir, amar y sujetarte a tu esposo.

Las Escrituras nos enseñan en el capítulo 31 del Libro de Proverbios, en los versos 10 a 31 algunas de las virtudes que deben adornar el carácter de la Mujer:

Una mujer muy valiosa.
“¿Quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas”.

Una mujer que es la ayuda idónea para su marido.
“El corazón de su marido está en ella confiado”.

Una mujer que es de bendición a su marido.
“Le da ella bien y no mal todos los días de su vida”.

Una mujer trabajadora.
“Y con voluntad trabaja con sus manos. Es como nave de mercader, trae su pan de lejos”.

Una mujer que a pesar de su cansancio, sirve con amor a su familia.
“Se levanta aun de noche y da comida a su familia y ración a sus criadas”.

Una mujer que sabe administrar.
“Considera la heredad, y la compra”, “Ve que van bien sus negocios”.

Una mujer esforzada.
“Ciñe de fuerza sus lomos, y esfuerza sus brazos”. “Su lámpara no se apaga de noche”.

Una mujer que sabe trabajar.
“Aplica su mano al huso, y sus manos a la rueca”, “Y planta viña del fruto de sus manos”. “Hace telas, y vende, y da cintas al mercader”. “Ella se hace tapices”.

Una mujer misericordiosa.
“Alarga su mano al pobre, y extiende sus manos al menesteroso”.

Una mujer que cuida a su familia.
“No tiene temor de la nieve por su familia, porque toda su familia está vestida de ropas dobles”.

Una mujer justa.
“De lino fino y púrpura es su vestido”. Porque el lino fino son las acciones justas de los santos. (Apocalipsis 19:8)

Una mujer cuyo esposo es un varón de virtud.
“Su marido es conocido en las puertas, cuando se sienta con los ancianos de la tierra”.

Una mujer de honor.
“Fuerza y honor son su vestidura”.

Una mujer previsora.
“Y se ríe de lo porvenir”.

Una mujer prudente y sabia al hablar.
“Abre su boca con sabiduría y la ley de clemencia está en su lengua”.

Una mujer que conoce a su familia.
“Considera los caminos de su casa”.

Una mujer con dominio propio.
“Y no come el pan de balde”.

Una mujer que es valorada por sus hijos y su esposo.
“Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; y su marido, también la alaba”.

Una mujer que se distingue por su bondad.
“Muchas mujeres hicieron el bien; mas tú sobrepasas a todas”.

Una mujer temerosa de Dios.
“Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; la mujer que teme a Jehová, ésa será alabada”.

Una mujer de buen testimonio y buenos frutos.
“Dadle del fruto de sus manos, y alábenla en las puertas sus hechos”.

Mujer, Dios te creó con un gran capacidad para amar, te llenó de
fortaleza para servir a los demás. Proponte cumplir la voluntad de
Dios y verás cuán feliz te volverás.

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