A la luz de los constantes cambios sociales y laborales debe aumentar nuestro interés por mantener funcionando de la mejor manera posible el recurso que mueve cualquier empresa, este es el recurso humano, en el que debe invertirse constantemente, capacitándolo no solo en lo concerniente a su quehacer, sino también en el manejo de emociones. El desgaste laboral afecta al individuo que lo padece, a la empresa para la que trabaja y a la familia, por ende a la comunidad.

Dra. Rocío Álvarez F.
Jefe del Pabellón Infanto Juvenil
Hospital Psiquiátrico Lorenzo Ponce
Ecuador