El tratamiento debe planificarse de acuerdo a las preferencias del paciente, severidad de los síntomas, grado de incapacidad funcional, comorbilidades, y metas de tratamiento a largo plazo. Se basa en psicoterapia conductiva conductual ya que la psicoterapia de soporte ha demostrado no ser útil en esta enfermedad, o farmacoterapia o la combinación de ambas.

Con respecto a los fármacos a utilizar, es importante distinguir entre formas circunscriptas de las generalizadas, la primera responde a los b-bloqueantes y la segunda a los antidepresivos específicos.

Pablo Alberto Chalela Mantilla, M.D.

Médico Psiquiatra
Asociación Médica de los Andes