Se caracteriza por la aparición de crisis de miedo, inesperadas, con una angustia intensa y tiene una duración entre 10 y 30 minutos. 

Junto a las crisis de angustia, el paciente nota los síntomas típicos de una situación de miedo intenso, por ejemplo palpitaciones, sudoración profusa, temblores, sensación de ahogo, náuseas, mareos, escalofríos. 

Las personas que experimentan estas crisis de angustia inesperadas, suelen describir un miedo intenso y relatan cómo en ese momento creían estar a punto de morir, de tener un infarto o de perder el control y volverse locos. También describen un deseo urgente por abandonar el lugar donde ha aparecido la crisis. 

Estas crisis pueden aparecer sin ningún motivo aparente o estar relacionadas con una situación determinada. Si el paciente esta predispuesto a esta enfermedad, etapas de tensión por la que atraviesa puede detonar las crisis.