Los síntomas se pueden usualmente ver en múltiples situaciones, pero pueden ser más evidentes en el hogar o en la escuela. De un cinco a un quince porciento de todos los niños de edad escolar tienen TDO.

Las causas del TDO se desconocen, pero muchos padres informan que su niño con TDO era más rígido y demandante que sus hermanos desde su temprana edad. Factores biológicos y del ambiente pueden jugar un papel.

A un niño que presenta los síntomas del TDO debe de hacérsele una evaluación comprensiva.

Es importante buscar otros desórdenes que puedan estar presentes, tales como: el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), problemas con el aprendizaje, desórdenes del humor (depresión, desorden bipolar) y desórdenes de ansiedad.

Puede que sea difícil mejorar los síntomas del TDO sin tratar el trastorno coexistente. Algunos niños pueden llegar a desarrollar lo que se conoce como trastorno de la conducta.

El tratamiento del TDO puede incluir: programas de adiestramiento a los padres para ayudarlos a que sepan manejar el comportamiento del niño, sicoterapia individual para que el niño desarrolle un control más efectivo del coraje, sicoterapia familiar para mejorar la comunicación, terapia cognoscitiva de comportamiento para asistir en la solución de los problemas y disminuir la negatividad, entrenamiento en las destrezas sociales para aumentar la flexibilidad y mejorar la tolerancia de la frustración con sus pares.