Por: Lic. Olga Almanza Garrido, Terapeuta familiar
Es cierto doctor, muy profundas las dos reflexiones, creo que nos dejan mucho, definitivamente aquí estamos hablando de lo que es “educar la voluntad”, lo cual es muy importante. Otra pregunta, Maestra Mercedes, de qué manera trabajan ustedes como académicos en educar esa voluntad?
Bien, dentro del salón de clase por lo regular el primer día yo hablo con mis alumnos de generalidades, hablo de valores. Precisamente ahora con el grupo que me acaban de asignar, les dije que teníamos que tener respeto, ellos conmigo como yo para con ellos, y con los maestros de cualquier materia. Que deberían de respetarme no nada más a mí que estoy al frente sino también a sus demás maestros; y que íbamos a empezar a desarrollar una serie de valores dentro de la misma materia, como:
- la puntualidad en la entrega de sus trabajos,
- la puntualidad en la asistencia a clases,
- también en que ellos desarrollen sus trabajos de manera oportuna, y
- participar cuando se les pregunte algo contesten con respeto.
Les comento: si les digo “pasen al pizarrón”, no me vayan a decir “no”, o “nunca me ha gustado pasar al pizarrón”. Aquí es obedecer a la palabra del maestro, que ustedes sientan que hay una autoridad y es irlo desarrollando, porque nosotros somos una parte formativa importante, porque los motivamos.
Yo pienso que el docente es la parte fundamental en la vida de los estudiantes, claro que sin dejar de lado la presencia de los padres en el diálogo, en el testimonio de los padres y en el testimonio de los docentes.
¿Cómo le voy a pedir respeto a los alumnos si yo no los respeto? ¿Cómo les voy a pedir puntualidad si yo no soy puntual? Entonces partimos de una serie de valores para iniciar las clases. También les explicamos los criterios para ser evaluados, que ellos tienen que cumplir en tiempo y forma con lo que se les encargue, etc. que esto lo vayamos fomentando cada semana. |